La muestra, abierta desde finales de junio y hasta el 29 de octubre, está inspirada en la relación del artista y otros creadores cercanos con dicha institución, ubicada en la calle Tercera, esquina Avenida de los Presidentes, en la barriada del Vedado habanero.
En total, Antonio Vidal (1928-2013), Premio Nacional de Artes Plásticas (1999), dejó para la Casa 13 obras, y salvo la escultura, están todas las manifestaciones que abordó: la pintura, el grabado, el dibujo y la ilustración, indicó en las palabras del catálogo su curadora Silvia Llanes.
Según los estudiosos de su obra que al artista no le gustaba mucho “sacar” piezas de su hogar, sin embargo es notable la persistente presencia de Vidal a lo largo de cinco décadas en exposiciones y proyectos de la Casa.
Para la directora de Artes Plásticas de Casa de las Américas, el motivo “de tanta generosidad” tiene que ver con que el artista se sentía parte de esa institución.
Vidal es conocido por su silencio y dedicación a la pintura; su humor particular, preciso y directo; su constancia como artista y maestro, su afán de lector, su pasión por la historia del arte, su asombrosa incursión en la escultura.
También por su papel fundacional en el Taller Experimental de Gráfica de La Habana y en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y desde muy temprano en la Escuela Nacional de Arte.
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