Siento ahora, más que antes, una realidad que golpea a ras de suelo, hay muchos sueños rotos.
Demasiadas personas quizás viven en las calles, con una mochila como casa. Por su apariencia física serían inmigrantes, así lo percibí cerca de la terminal de autobuses en pleno Manhattan.
Hace poco el alcalde de la ciudad, Eric Adams, dijo que existe una crisis migratoria, la calificó de «desastre» y se quejó de que los recursos de la ciudad están al límite.
Para muchos recién llegados que esperan por una respuesta a sus solicitudes de asilo, el hotel Roosevelt, en la calle 45, es como un centro de acogida que ya rebasó sus capacidades.
El Ayuntamiento local informó que los 194 refugios de emergencia y centros de admisión están a tope.
Más de 90 mil solicitantes de asilo entraron a Nueva York desde abril de 2022 y más de dos mil 500 lo hacen cada semana, de acuerdo con datos de prensa.
Cuántos tienen como cama las aceras. El tiempo debe ser para ellos como un látigo.
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