“Si no es posible disponer de 20 minutos al día para hacer ejercicio, incluso cinco minutos al día marcan la diferencia para la forma física y la salud», asegura un artículo publicado en la revista European Journal of Applied Physiology.
Los expertos insistieron en la importancia de acumular pequeñas cantidades de actividad física con la mayor frecuencia posible a la semana.
El estudio mostró que tres días a la semana tienen un impacto, encontrar la fuerza de voluntad para dedicar un par de días más producirá mejores resultados.
Aclara el artículo que “las adaptaciones musculares se producen cuando estamos descansando, por lo que los músculos necesitan descansar para mejorar su fuerza y su masa muscular».
Por otra parte, la revista Neurology asegura que hacer ejercicios regularmente, como andar en bicicleta, caminar, cuidar el jardín, limpiar y participar en deportes, puede disminuir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson.
Un artículo aparecido en la publicación Health and Quality of Life Outcomes subrayó que el adulto mayor debe realizar 150 minutos de actividad moderada a la semana para mejorar su calidad de vida.
De lo contrario puede hacer 75 minutos de manera vigorosa en el mismo lapso, pero lo más importante es romper los períodos prolongados de sedentarismo ,aunque sea con ejercicios ligeros.
Cualquier actividad -aseguran los investigadores de la Universidad de Cambridge, Reino Unido- debe estar adecuada a las condiciones físicas de cada individuo.
Cuando los adultos tienen más de sesenta años y reducen el tiempo de los ejercicios comprometen su calidad de vida, y la misma suerte correrán los sedentarios que prefieren la lectura y la televisión.
Hacer ejercicios en la vejez es importantísimo, pues aumenta la frecuencia cardíaca, reduce el riesgo de una serie de enfermedades, incluidas las cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y el cáncer.
Más actividad física reduce el dolor en condiciones comunes como la osteoartritis, porque mejora la fuerza muscular.
Los ejercicios-además de combatir la ansiedad y la depresión- contribuyen a que los adultos mayores sigan cuidándose a sí mismos.
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