Myanmar se encuentra devastado por la violencia en los dos años transcurridos desde que la líder civil Aung San Suu Kyi fue derrocada en un golpe de estado y enfrentada con 19 casos penales que van desde la corrupción hasta la violación de las reglas de Covid-19.
«Somos conscientes de que la situación en Myanmar todavía está llena de desafíos», aseguró el mandatario en un evento de aniversario de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Widodo sentenció ante los dignatarios extranjeros que el bloque de 10 miembros, que incluye a Myanmar, debe continuar trabajando juntos para encontrar un avance en la crisis.
Los esfuerzos del bloque para resolver la crisis continuarán en la línea de un acuerdo de cinco puntos acordado con la junta de Myanmar hace dos años, añadió.
Sin embargo, la junta militar birmana ignora en gran medida ese acuerdo, cuyo objetivo es poner fin a la violencia y reanudar las conversaciones entre los militares y el movimiento antigolpista.
Por su parte, la Asean se mantiene dividida sobre cómo comprometerse con la junta desde el golpe de 2021 y la excluye de las cumbres de alto nivel por la falta de acción sobre el acuerdo de cinco puntos.
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