“Hay comunidades palestinas enteras que están siendo borradas del mapa, un legado vergonzoso de violencia implacable, intimidación y acoso perpetuado por los colonos israelíes y, en algunos casos, alentado por las autoridades israelíes”, criticó en un comunicado Ana Povrzenic, directora del NRC de áreas rurales para Palestina.
La rápida construcción de puestos de avanzada y la toma de posesión de tierras palestinas está asfixiando a esas aldeas al destruir sus medios de subsistencia, alertó.
La organización no gubernamental destacó que esta semana una docena de familias compuestas por 89 palestinos, incluidos 39 niños, fueron trasladadas por la fuerza desde el poblado Ras At-Tin, tras el aumento del acoso y la intimidación.
Los colonos israelíes se apoderaron de las tierras de pastoreo de la comunidad y establecieron un viñedo junto a una base militar israelí, agregó.
El NRC advirtió que 60 comunidades palestinas en la Cisjordania ocupada corren el riesgo de “traslado forzoso debido a la violencia de colonos y soldados, la expansión de asentamientos y las políticas discriminatorias de Israel”.
La entidad destacó que la ONU documentó 591 ataques de esos extremistas desde inicio de año contra civiles y propiedades palestinas.
Hace un mes, Caroline Ort, directora del NRC para Palestina, denunció en otro comunicado la violencia sostenida de colonos israelíes.
Ort afirmó que ellos cuentan con el apoyo tácito, y a veces explícito, de los funcionarios del gobierno israelí.
Intimidan y atacan a las comunidades palestinas con el objetivo expreso de desplazarlas, eso es una violación del derecho internacional y debe cesar, subrayó.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que exijan responsabilidad por la violencia de los colonos, instó Ort.
Con demasiada frecuencia solo escuchamos condenas y condolencias, pero no es suficiente, necesitamos hechos concretos para poner fin a esta impunidad, manifestó.
jf/rob
