De acuerdo con el medio de comunicación británico, el Ejecutivo centraría sus iniciativas en el descenso a la mitad de la inflación durante el presente año, reduciría las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud (NHS) y disminuiría la deuda nacional.
También, impulsaría políticas para el crecimiento económico, pero, en la práctica, los conservadores dejaron las finanzas, la asistencia sanitaria y la reputación internacional de Londres “por los suelos”, mientras intentaron despojar a la sociedad de libertades civiles.
Las estadísticas refieren que la inflación continúa como la más alta entre los países del Grupo de los 7 (G7)—conformado además por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Japón—, con una cifra cercana al 11 por ciento en junio último.
De igual manera, las listas de espera del NHS alcanzaron esta semana un nuevo récord con más de siete millones de personas aún sin tratamiento y la deuda de Reino Unido superó su producción económica de junio, situación que ocurre por primera vez en más de seis décadas.
Sumado a ello, el débil crecimiento de 0.2 por ciento del Producto Interno Bruto experimentado en el segundo trimestre de 2023, ratifica los pronósticos del Banco de Inglaterra sobre la lenta recuperación financiera en los próximos años.
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