El exasambleísta, de 59 años, fue baleado cuando salía de un mitin de campaña en el norte de Quito, y enseguida muchos se apresuraron a afirmar —sin pruebas–que detrás de eso estaría el movimiento correísta, del que Villavicencio fue una de las voces más críticas.
El experto en derecho constitucional Alberto Montenegro consideró que solo un limitado podría pensar que detrás de lo ocurrido podría estar el correísmo.
“¿Quién con un 44 por ciento de intención de voto podría desacreditarse a sí mismo, sabiendo que habría cientos de descerebrados que pueden responsabilizarlo?”, se preguntó Montenegro ante los acontecimientos.
El asesinato busca deslegitimar una elección que la derecha tenía perdida, señaló el economista y analista David Villamar en referencia a la posible victoria de Revolución Ciudadana (RC) en los comicios presidenciales y legislativos del 20 de agosto.
“Los que pretenden sembrar aún más odio con esta nueva tragedia, ojalá entiendan que aquello tan solo nos sigue destruyendo”, escribió el exmandatario Rafael Correa en sus redes sociales.
La familia de Villavicencio culpó al Gobierno de Guillermo Lasso por el crimen, por no garantizar la seguridad del aspirante a la jefatura del Ejecutivo, periodista conocido por sus frecuentes denuncias de casos de corrupción, por lo cual recibió amenazas.
Si bien las encuestas no lo daban en los primeros puestos de la carrera, con su muerte cambia el panorama.
Algunos pensaron que la cita en las urnas sería pospuesta a raíz del atentado, pero el Consejo Nacional Electoral ratificó el calendario.
El movimiento político Construye, que auspiciaba la candidatura de Villavicencio, podrá nombrar a otra persona para el cargo, no obstante, las papeletas, ya impresas, se mantendrán con el nombre del asesinado.
Aunque consideró que es apresurado hacer una valoración, el analista Décio Machado comentó durante una entrevista en una radio local que el escenario puede modificarse porque Villavicencio era el más agresivo de los contendientes y estaba en abierta confrontación con RC, el movimiento más fuerte.
A su vez, opinó que el voto, sobre todo el de los indecisos, pudiera ir hacia aquellos aspirantes con propuestas que reflejan el populismo penal y la mano dura contra la delincuencia, en un contexto donde la seguridad es la principal preocupación de la ciudadanía a las puertas de los comicios.
(Tomado de Orbe)