No permitiremos la apertura de ninguna misión diplomática de un tipo u otro, advirtió Cohen durante una entrevista con la radioemisora 103 FM.
El funcionario estimó que la decisión de Arabia Saudita de nombrar por primera vez un embajador no residente ante Palestina y abrir un consulado en Jerusalén estuvo motivada por el progreso en las conversaciones de normalización entre Israel y el reino.
“Los saudíes quieren transmitir un mensaje a los palestinos de que no los han olvidado. No permitimos que los países abran consulados. Eso es incompatible con nuestras posiciones”, recalcó.
La ONU y la comunidad internacional rechazan esa postura al considerar como territorio ocupado a la zona oriental de la urbe, controlada por Israel desde 1967.
La Cancillería saudita anunció ayer que el cargo será ocupado por Nayef al Sudairi, actual representante en Jordania, quien entregó en Amán una copia de sus credenciales como embajador extraordinario para Palestina al asesor del presidente palestino para Asuntos Diplomáticos, Majdi al Jalidi.
La decisión se adoptó en medio de rumores de prensa sobre la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudita, aunque este último país advirtió que para alcanzar cualquier acuerdo en ese sentido primero es necesario resolver la cuestión palestina.
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