Ese fue uno de los temas analizados este lunes en una cumbre entre los presidentes de Egipto, Abdel Fatah El-Sisi; y de Palestina, Mahmoud Abbas, y el rey de Jordania, Abdallá II, celebrada en la ciudad de El Alamein, en la costa mediterránea de esta nación.
La declaración final del cónclave demandó la retirada israelí y la restauración “al pueblo palestino de todos sus derechos legítimos, incluido su derecho a la libre determinación (y) la solución de la cuestión de los refugiados de acuerdo con las resoluciones” del Consejo de Seguridad de la ONU.
Resolver el problema palestino y lograr una paz justa y amplia es una opción estratégica, una necesidad regional e internacional y un asunto de paz y seguridad internacionales, subrayó el texto.
Los jefes de Estado llamaron a Israel a cumplir con sus obligaciones y compromisos de conformidad con el derecho internacional, detener sus agresiones y calmar la situación sobre el terreno en preparación para la reactivación de las negociaciones de paz.
Esa nación debe respetar sus obligaciones como potencia ocupante y detener sus incursiones en las ciudades de Cisjordania, que socavan la capacidad del Gobierno y la seguridad palestina, recalcaron.
Asimismo, instaron a Israel a “levantar el bloqueo en la Franja de Gaza, y otras prácticas que alimentan la tensión y la violencia”.
También reclamaron el fin de la colonización judía en la Ribera Occidental, la confiscación de tierras palestinas, el desplazamiento forzado de personas y del cambio del carácter y la identidad de la ciudad de Jerusalén.
Al respecto, denunciaron las sistemáticas violaciones del statu quo legal e histórico en esa urbe y sus lugares sagrados, en especial la explanada de las Mezquitas.
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