Pedimos la capacidad de realizar operaciones de búsqueda para que los restos puedan ser identificados, afirmó Duda.
De acuerdo con el mandatario polaco, las víctimas de aquellos atroces hechos merecen ser enterrados con dignidad.
En julio, el Senado polaco adoptó una resolución sobre el 80 aniversario de esos hechos, al pedir un entierro digno de las víctimas.
También el documento establece que no puede haber glorificación de las posiciones nacionalistas en las relaciones polaco-ucranianas.
Los eventos mencionados ocurrieron en 1943, los que más tarde se conocieron como la masacre de Volyn, cuando militantes del Ejército Insurgente de Ucrania mataron brutalmente a todos los habitantes de la localidad, incluidos ancianos y niños.
Según los historiadores locales, los miembros radicales de la organización castrense practicaban la tortura, el robo y la violación.
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