Los cabildantes pusieron en jaque a la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados que discutió la Rendición de Cuentas presentada por el gobierno, la última de su gestión.
CA negó después su voto hasta última hora a la aprobación en lo general del proyecto de presupuesto para 2024 y 2025, bajo el reclamo de incremento salarial de cargos bajos de las fuerzas armadas y recursos para salud mental y adicciones del hospital militar.
Al final, tras intensas negociaciones, los cabildantes dieron su respaldo a cambio de que el tema sea incluido y aprobado cuando la Rendición de Cuentas ingrese al Senado.
Pero el disenso continúa en el plenario de diputados, donde los legisladores están aprobando en lo particular (cada artículo) de la Rendición ya definida en comisión y en lo general en la cámara baja.
Y aunque se esperaba que todo transcurriría según lo acordado, los diputados de Cabildo Abierto se niegan a aprobar reasignaciones de fondos ya consensuadas, bajo el pretexto de diferirlas al Senado, donde serían vueltas a analizar «a partir de cero».
Ello incluya las partidas ya decididas para el plan de salud mental y adicciones propuesto por el gobierno y al que los diputados hicieron adiciones.
Tanto legisladores del Partido Nacional y el Colorado, los principales de la coalición oficial, consideran que los cabildantes mantienen una postura de extorsión.
“Me parece que no pueden poner en ascuas a la coalición todos los días con una amenaza distinta, con un planteo extorsivo como el que lamentablemente estamos viendo en esta Rendición de Cuentas”, afirmó el diputado por el Partido Colorado, Felipe Schipani.
La coalición tiene mayoría en ambas cámaras del Parlamento, pero necesitan de Cabildo Abierto para aprobar leyes como la de Rendición de Cuentas, a la que el opositor Frente Amplio no dará su apoyo.
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