De acuerdo con los organizadores del evento, más de 30 mil expositores coincidirán durante los próximos cinco días en actividades presenciales y en línea, bajo el el tema «Solidaridad y coordinación para el desarrollo común».
Esta es una importante plataforma para la diplomacia multilateral, la cooperación económica y comercial, así como los intercambios culturales entre China y los países del Sur y del Sudeste de Asia.
Para Beijing es prioritario el diálogo con estas naciones vecinas y la cancillería confirmó la presencia del jefe de la diplomacia china, Wang Yi, en la apertura oficial de la Expo.
De hecho, el ministro de Relaciones Exteriores acaba de regresar de una gira por tres países del sudeste asiático en los que abogó por una mayor cooperación de beneficio mutuo, sobretodo enmarcada en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR).
El evento cuenta con 15 salas de exhibiciones que incluyen pabellones con tópicos sobre el Sur de Asia, la economía basada en recursos y la economía portuaria.
La cita prevé la realización de foros de cooperación, negocios y laboratorios de ideas, así como una conferencia de colaboración sobre transferencia de tecnología e innovación.
Según datos oficiales, la primera exposición de este tipo se realizó en 2013, justo el año en el que el presidente Xi Jinping propuso la IFR.
Autoridades oficiales informaron que en aquel momento el volumen comercial entre China y los países del sur de Asia era inferior a 100 mil millones de dólares.
Sin embargo, esa cifra alcanzó los 197 mil 400 millones de dólares el año pasado, con una tasa de crecimiento anual promedio del 8,3 por ciento, aseguró el Ministerio de Comercio.
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