Como parte de un debate organizado por el Consejo Nacional Electoral Inty Arcos, ambientalista y habitante de la zona, y la presidenta ejecutiva de la Cámara de Minería de Ecuador, María Eulalia Silva, se refirieron a los impactos económicos y sociales de la actividad minera.
En total serán cuatro preguntas para que los habitantes del municipio de Quito digan si están de acuerdo o no con la prohibición de la minería a gran escala, pequeña, mediana o artesanal.
Para Arcos, hay que decir cuatro veces No, porque la biosfera del Chocó Andino es muy sensible y hasta ahora ni los gobiernos ni las empresas han sido capaces de contrarrestar los nefastos efectos al medio ambiente de la extracción de minerales en diferentes zonas del país.
Explicó que de ganar la opción de No avanzaría la destrucción de ecosistemas hídricos y terrestres, la contaminación de cadenas trópicas por metales pesados, y los problemas de salud en las personas, como el cáncer.
Hay infinidad de alternativas productivas que se verían afectadas, entre ellas la panela, el café, el cacao, y el turismo, que son fuente de ingresos de las comunidades del sector.
Por su parte, Silva afirmó que los minerales son imprescindibles para vida moderna, por lo cual deben ser extraídos de manera responsable.
Aseguró que para mitigar los efectos del cambio climático y avanzar el camino del uso de energías limpias es necesario extraer minerales como el cobre, imprescindible para los automóviles eléctricos y para las antenas generadoras de energía eólica.
No se trata de escoger, sino de aprovechar los recursos naturales de manera responsable y en beneficio de todos, expresó la ejecutiva, quien defendió una minería “bien hecha”, acorde con estándares internacionales como forma de aumentar el empleo en las áreas donde se realiza.
De acuerdo con Silva, la minería puede convivir con otras actividades económicas y mientras más avancen los proyectos más empleo habría, siempre y cuando se realice de forma responsable.
Arcos considera que eso no es posible, porque no hay capacidad de controlarlo y los impactos ya los vemos en otras regiones de Ecuador.
Actualmente, en el Chocó Andino hay una docena de concesiones mineras que aún no han entrado en fase de explotación.
El domingo 20 de agosto, los quiteños, además de votar por presidente, vicepresidente y legisladores como en el resto de los ecuatorianos, deberán emitir su criterio sobre la extracción petrolera en el Yasuní y también sobre la actividad minera en una reserva natural.
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