Por Isaura Diez Millán
Corresponsal jefe de Prensa Latina en China
Una semana después otro tifón: Khanun llegó al gigante asiático para continuar el castigo y a las fuertes precipitaciones le siguieron inundaciones y catástrofes geológicas.
Las lluvias récord registradas en el norte de China causaron unos 100 muertos, solo en esta capital se reportaron 33 fallecidos, mientras que las autoridades de la vecina Hebei notificaron 29.
Además, hubo al menos 21 fallecidos y otros seis desaparecidos por un deslizamiento de tierra y lodo en la ciudad de Xian, capital de la provincia noroccidental de Shaanxi.
El vicealcalde de Beijing, Xia Linmao, dijo que hubo daños graves en más de 145 mil casas y quedaron anegadas más de 15 mil hectáreas de cultivos, cifras modificables en la medida que avanzan las labores de socorro.
Según las autoridades, la capital evacuó al menos 82 mil personas, utilizó 242 profesionales de la salud en grupos de trabajo, atendió a más de tres mil heridos y procuró la prevención de epidemias después del desastre.
En Beijing, la situación resultó mucho más compleja en los distritos montañosos del oeste, donde las lluvias intensas provocaron inundaciones.
«Sin el apoyo de las fuerzas armadas, los residentes locales no podríamos haber resuelto tantos problemas por nosotros mismos”, comentó un habitante de la zona.
Sobre ese particular, Xie Xinlei, de la brigada de ingenieros del Ejército Popular de Liberación de China, expresó a la televisora CCTV que el tiempo ha sido el principal reto para llevar a cabo su misión.
«Ponemos la vida y la propiedad de las personas en primer lugar, seguiremos llevando adelante nuestro espíritu de lucha y pondremos nuestro granito de arena para que la vida de los afectadas vuelva a la normalidad lo antes posible», comentó.
En Hebei, los expertos aseguraron que la provincia necesitará al menos dos años para recuperarse de esta temporada de lluvias torrenciales.
Esa región experimentó pérdidas económicas de 95,81 millones de yuanes (unos 13,38 millones de dólares), aunque el alcance total del desastre aún se evalúa.
Los datos dan cuenta que las inundaciones afectaron a casi cuatro millones de personas, dañaron unas 320 mil 700 hectáreas de cultivos, de las cuales más de 130 mil quedaron destruidas por completo.
Además, 40 mil 900 casas se derrumbaron, mientras que 155 mil 500 viviendas sufrieron graves daños.
Durante esta misma semana. China reportó además siete fallecidos por una inundación repentina en una sección del río Longxi, en un lugar turístico de la provincia suroccidental de Sichuan.
Antes de que Doksuri y Khanun llegaran, el tifón Talim ya había provocado la evacuación de un cuarto de millón de personas en el sur del país con lluvias torrenciales en Cantón, Hainan, Guangxi y Yunnan.
Zhou Xiaohua, gerente general de la farmacéutica Guangxi Kangquan, aseguró a CCTV que el agua llegaba hasta los muslos lo que provocó una inundación en los estantes donde su empresa guardaba los fármacos.
“Los medicamentos ya no se pueden vender, está prohibido, los destruiremos bajo la supervisión de los departamentos pertinentes», agregó.
Las intensas precipitaciones las precedieron varias olas de calor con temperaturas récord, situación que los expertos vincularon en ese momento al cambio climático.
DESPUÉS DE LA TORMENTA…
No vino la calma, China dispuso rápidamente la reconstrucción de aquellas zonas afectadas.
Los ministerios de Hacienda y de Gestión de Emergencia asignaron mil 460 millones de yuanes (más de 200 millones de dólares) para proporcionar apoyo a las personas que fueron gravemente damnificadas en las regiones de Beijing, Tianjin, Hebei, Heilongjiang y Jilin.
Mientras la situación de desastre se complicaba, el gobierno chino designó otros fondos millonarios para apoyar en las labores de rescate y en el enfrentamiento a las inundaciones en esta parte del país.
Incluso, el Partido Comunista de China (PCCh) asignó 44 millones de yuanes (6,17 millones de dólares) para enfrentar los desastres en la región norte Tianjin-Hebei-Beijing.
El financiamiento proviene de las cuotas del Partido recaudadas de los miembros y administradas por el Departamento de Organización del Comité Central de la organización política.
Asimismo, el Partido insistió en asignar el dinero rápidamente al nivel primario, a fin de beneficiar a quienes trabajan en primera línea y a los más afectados. Los gobiernos locales pueden usar estos fondos para el alivio de desastres, la respuesta de emergencia, la reubicación de residentes y la restauración de viviendas.
China aumentará los créditos para reconstruir infraestructuras y priorizará los sectores de transporte, telecomunicaciones, suministro de gas y energía.
De acuerdo con la Administración Nacional de Regulación Financiera, se beneficiarán también otros proyectos vinculados con la conservación del agua y la prevención del anegamiento.
El ente instó a los bancos a ofrecer productos crediticios especiales para ayudar a las pequeñas y microempresas, las empresas individuales, las agrícolas y ganaderas, así como los hogares rurales en las áreas afectadas.
Del mismo modo, la administración alentó a las compañías de seguros a proporcionar capital a largo plazo para proyectos clave en infraestructura y servicios públicos.
Por otro lado, el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales comunicó que ayudará a las regiones devastadas por las inundaciones a minimizar el impacto negativo en el cultivo de hortalizas para garantizar un suministro estable.
El ente llamó a las autoridades locales a iniciar rápidamente medidas de drenaje e implementar acciones específicas para la siembra de otoño.
Asimismo, el ministerio instó a las áreas productoras de vegetales en las provincias del sur del país a aumentar el cultivo en campos ociosos este invierno, mientras pidió a las del norte que utilicen mejor instalaciones agrícolas como los invernaderos.
Expertos de la Academia de Ciencias Agrícolas de Heilongjiang valoraron el proceso a seguir después del anegamiento de los terrenos.
«Para parcelas de tierra que han estado sumergidas durante mucho tiempo, por ejemplo, cuatro o cinco días, se deben aplicar agentes reguladores del crecimiento de las plantas después de que el agua de la inundación retroceda, para restaurar las funciones de las raíces y las hojas”, comentó el investigador Qian Chunrong.
Con el objetivo de mejorar la cadena de distribución, el Ministerio de Agricultura también pidió el uso de «canales verdes» para el traslado de productos agrícolas frescos con el fin de reducir costos.
La temporada de lluvias en esta época del año es habitual para China y de hecho, las inundaciones de estos días no han sido las peores de su historia si tenemos en cuenta que en 2010 alrededor de dos mil personas fallecieron por situaciones similares.
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