Hasta el 6 de agosto ocurrieron 13 mil 256 entradas ilegales, frente a las 23 mil 12 detectadas en el mismo mes del año pasado.
En febrero último Chile decidió militarizar su línea de demarcación con Perú y Bolivia para frenar el flujo migratorio, medida que generó polémica por darles a las fuerzas armadas atribuciones de control de orden público correspondientes a la policía.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos expresaron también su preocupación por la criminalización de las migraciones y las violaciones de las prerrogativas ciudadanas de los indocumentados.
De acuerdo con el reporte del Ministerio del Interior, el 31 por ciento de los migrantes fueron devueltos en 2023, frente al 13 por ciento registrado en 2022.
Expertos consultados por esta agencia, consideran que la migración es un proceso indetenible y su solución debe ser de manera coordinada entre todos los países de la región.
El subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve, viajará hoy a Bolivia para firmar un acuerdo con las autoridades vecinas sobre la lucha contra el contrabando de vehículos y la trata de personas.
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