Ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre los actos golpistas del 8 de enero en Brasilia, el informativo afirmó que estaría dispuesto a un careo con Bolsonaro, quien le ofreció indulto de ser detenido si invadiría las receptáculos electrónicos de las ultimas presidenciales.
«La idea era recibir un indulto del presidente…Buscaba ese indulto y me lo ofreció ese día» en caso de ser arrestado, declaró Delgatti en la CPI.
Confirmó que se vio en 2022 con el excapitán del Ejército en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de los mandatarios.
Durante su testimonio dio respuestas a preguntas sobre el tema del senador Veneziano Vital do Rêgo.
Para que ocurra una confrontación, es necesario que un parlamentario integrante de la CPI presente solicitud y esta sea votada y aprobada por el pleno de la comisión.
En la declaración, el ciberpirata reveló además que Bolsonaro le orientó ir al Ministerio de Defensa y explicar a técnicos cómo defraudar las urnas.
También le pidió que asumiera la autoría de un clip contra el ministro Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), y le aconsejó usar un «código fuente falso» para decir que el del Tribunal Superior Electoral era susceptible de fraude.
Ante las aseveraciones del programador, Vital do Rêgo defendió en el plenario que se haga el trato con Bolsonaro.
En un careo, dos o más personas se colocan frente a frente, generalmente en sesión abierta, para que los parlamentarios puedan hacer preguntas y concluir quién dice la verdad.
La ponente de la junta de investigación, Eliziane Gama, defendió que la CPI pase a hacer los esclarecimientos, por entender que algunos en los alegatos mintieron en sus testimonios.
A la televisora GloboNews, Gama afirmó que pretende pedir la violación de los secretos de Bolsonaro, quien aún no ha sido objeto de solicitudes de quebrantamiento de confidencialidad.
En 2019, el hacker se hizo conocido en Brasil por filtrar a la prensa mensajes de la aplicación WhatsApp del exjuez Sérgio Moro con los fiscales de la desarticulada operación judicial Lava Jato, en los cuales quedó al desnudo la persecución jurídica contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Bajo pedidos de intervención militar y rechazo a la asunción al poder de Lula, adeptos extremistas de Bolsonaro invadieron y saquearon el 8 de enero las sedes capitalinas del Congreso Nacional, el STF y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
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