La cifra de víctimas mortales supera a lo contabilizado en todo el pasado año, subrayó en un comunicado.
La policía reportó que un hombre de 30 años fue baleado anoche en la entrada del pueblo de Tuba-Zanghariya, norte de Israel, y otro en la localidad central de Dahmash,
El viernes un tercero recibió un disparo mortal en la aldea de Zarzir y un cuarto en Kfar Kara, según diversos informes de la prensa nacional.
A principios de este mes, el primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció que los árabes-israelíes sufren “asesinatos y violencia por parte de las organizaciones criminales fuera de control”.
Iniciativas de Abraham citó entre las causas que contribuyen a este fenómeno al desempleo y la pobreza, pues la mitad de todas las familias árabes sufren ese último flagelo.
Cada una de estas víctimas fue el resultado del crimen rampante y la violencia que prolifera en ausencia del Estado, denunció en su último informe sobre el tema, publicado en julio.
Asimismo, criticó el trabajo del ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, porque no “maneja este tema con seriedad o profesionalidad”.
En cambio, lanza soluciones populistas de cuento de hadas y se absuelve de responsabilidad, afirmó la ONG al cuestionar varios de sus proyectos como la creación de la Guardia Nacional y los arrestos administrativos, que permiten detener a personas sin órdenes judiciales.
Los descendientes de los palestinos que no fueron expulsados de sus tierras tras la creación del Estado judío, en 1948, denuncian desde entonces que son tratados como ciudadanos de segunda.
En la actualidad ellos suman 1,9 millones de personas, casi un 21 por ciento del total de la población de este país.
Una encuesta realizada en marzo del pasado año reveló que el 94 por ciento de los árabes que viven en Israel sufrieron en alguna ocasión el racismo y la discriminación de la mayoría hebrea.
Según la investigación del Centro para la Religión, la Nación y el Estado, el 69 por ciento dijo ser objeto de racismo y discriminación en lugares públicos, mientras el 41 por ciento lo fue en instituciones académicas.
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