Tras los violentos enfrentamientos de fines de julio y el desplazamiento de la mayoría de sus residentes, Unrwa anunció el cese de la ayuda a los palestinos de la instalación, en protesta por la continua presencia de militantes.
Mediante un comunicado, el organismo de la ONU puntualizó que no tolera actos que violen la santidad y neutralidad de sus centros, al referirse a los sucesos en el campamento de refugiados palestinos de Ein al-Hilweh, en la ciudad de Saida, en el sur del país.
En el texto, la agencia renovó su llamado a los actores armados a evacuar sus instalaciones de inmediato, para garantizar la entrega de la tan necesaria ayuda a los refugiados palestinos, sin obstáculos.
La declaración de la entidad respondió al incidente armado de Ein al-Hilweh el 29 de julio, que provocó la salida de varios residentes del campamento hacia zonas seguras en Saida y sus alrededores.
Antes, la Unrwa informó que dos de sus escuelas resultaron dañadas como resultado de los combates dentro del campamento.
De acuerdo con datos oficiales, más de 54 mil refugiados palestinos viven en Ein al-Hilweh y otros miles que huyeron de la guerra en Siria se han unido a ellos en los últimos años.
Los enfrentamientos estallaron en el campamento, entre los grupos Fatah y pistoleros extremistas, después de una operación de asesinato dirigida a un funcionario de una de las organizaciones, llamado «Abu Qatada», divulgaron reportes de prensa.
El conflicto se intensificó luego del asesinato del comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional palestinas en Saida, Abu Ashraf al-Armoushi, y cuatro de sus escoltas.
La Unrwa registró a más de 500 mil refugiados de Palestina en 12 campamentos en Líbano, además de apoyar 65 escuelas, dos centros de formación profesional y 27 de atención primaria de salud.
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