Durante el foro organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ministra de Desarrollo Social María Inés Castillo explicó a Prensa Latina que como parte del Plan Colmena, contra la desigualdad y la pobreza, a través del proyecto Redes de Familias se ha llegado a 115 corregimientos pero aún falta.
También subrayó que unas siete mil mujeres han sido beneficiadas con el programa de transferencia monetaria condicionada, las cuales reciben capacitación, cultivan, cosechan y comercializan sus productos, y ello redunda en la seguridad alimentaria de la nación.
Castillo mencionó féminas referentes en este proceso como Luzmila Carbajal , de 59 años(Los Santos), productora de tomate; y a Heladia Arcia, de la comarca Ngäbe Bugle, dedicada a la cría de pollos.
Por su parte, la ministra de la Mujer, Juana Herrera, recordó que en apenas cinco meses de creada esa institución, los problemas acumulados a resolver son diversos, pero el de la participación igualitaria de ese sector en las cadenas alimentarias y sobre todo en el agro es estratégico.
En ellas, dijo al referirse a las mujeres rurales, hay calidad, talento, compromiso y deseos de salir adelante.
Al respecto, Ada Pinzón, de la Asociación de Productoras, llamó la atención sobre el necesario relevo generacional para darle continuidad a los avances en el empoderamiento de las mujeres, al tiempo que llamó a seguir fomentando el banco de semillas, uno de los rubros en los cuales tiene experiencias para enfrentar los efectos adversos del cambio climático.
En la cita, a la que asistió también el director adjunto de ONU mujeres para América Latina, Ernesto Treviño; y el coordinador de FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches, se presentó el estudio “Situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios “.
Al presentar el informe, el director de la división de transformación rural inclusiva e igualdad de género del organismo mundial, Benjamin Davis, aseveró que las mujeres son más vulnerables, debido a la reducción de empleos directos en el sector agrícola en relación con los hombres.
El mercado laboral en este frente se desvía hacia actividades no agrícolas como el transporte, el procesamiento, la distribución, el almacenamiento y la comercialización, precisó.
Davis explicó que además, la discriminación tiene que ver en gran parte de las diferencias salariales y de productividad en los sistemas agroalimentarios
Las mujeres constituyen el 36 por ciento de todos los trabajadores del sistema agroalimentario en América Latina y el Caribe, pero muestran una variación sustancial en la proporción entre países de la región, indicó.
ro/ga