«Estamos dispuestos a unirnos a los esfuerzos para lograr el cese de fuego y una paz sostenible y duradera» en ese enfrentamiento, afirmó Lula en el segundo día de la 15 cumbre del Brics, grupo compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Según el exsindicalista, Brasil tiene «una posición importante sobre la soberanía de los países y no somos indiferentes a las muertes».
Insistió en que «la búsqueda de la paz es una obligación colectiva y un imperativo para un desarrollo justo y sostenible» y consideró que la alianza ecoómica debería actuar «como una fuerza para el entendimiento y la cooperación».
Hizo referencia también a «haitianos, yemenitas, sirios, libios, sudaneses y palestinos» como víctimas de conflictos y crisis que, según él, «no reciben la atención debida a pesar de causar vasto sufrimiento a sus poblaciones».
El bloque se proyecta como una alternativa geopolítica a un orden mundial liderado por Estados Unidos, posicionándose como representante del Sur Global.
Durante otra parte de su discurso, Lula defendió el empoderamiento de las mujeres, condición fundamental para el desarrollo económico y social de los países.
«En muchos lugares, mientras los hombres hacen la guerra, son las mujeres las que luchan por la conciliación», refirió.
Indicó que la valoración y el fortalecimiento del papel de las mujeres en la resolución de los conflictos será cada vez más central para el mundo en paz.
«Más que eso, agregó, el empoderamiento de las mujeres es prerrequisito para el pleno desarrollo económico y social».
En la ocasión, el fundador del Partido de los Trabajadores saludó a algunas de las mujeres presentes en la reunión, como la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, Dilma Rousseff, y la representante de la Alianza Empresarial de Mujeres del Brics, Lebogang Zulu.
Parafraseó el exmandatario de Burkina Faso Thomas Sankara cuando dijo que no podemos aspirar a una sociedad, en la cual «la mitad de la población es silenciada por el machismo y la discriminación en la participación política y el mundo del trabajo».
Lula viajó a Sudáfrica acompañado de la primera dama, Rosângela Lula da Silva, popularmente conocida como Janja, y la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, además de otros ministros.
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