Cid permaneció en silencio el 11 de julio en la Comisión Parlamentaria de Investigación sobre las acciones antidemocráticas.
Según su defensa, el oficial responderá «lo que sea conveniente» y «no tiene nada que ocultar y nada en su poder».
En octubre de 2021, al volver de un viaje de Arabia Saudita, la comitiva del exministro de Minas y Energía Bento Albuquerque, que representó a Bolsonaro en un evento, intentó entrar en el país con carísimas joyas.
Tal conjunto, con collar de diamantes, fue decomisado en el aeropuerto internacional de Guarulhos (Sao Paulo).
Asesores del entonces gobernante intentaron liberar las alhajas. Un segundo paquete con reloj y anillos, pasó irregularmente por la aduana en la mochila de un uniformado y fue incorporado al acervo personal de Bolsonaro.
Investigaciones señalaron que el político ultraderechista se quedó con un tercer conjunto de prendas que incluía un reloj Rolex, que, posteriormente, habría sido vendido por Cid en Estados Unidos.
Después de que la historia salió a la luz en marzo, el Tribunal de Cuentas de la Unión decidió que Bolsonaro debía devolver los regalos, lo que llevó al abogado de su familia, Frederick Wassef, a recomprar el reloj para entregarlo al gobierno.
Cid habría intentado vender otros artículos en el extranjero, pero no tenía compradores.
En agosto, su padre, el general Mauro César Lourena Cid, fue uno de los objetivos de una operación de la Policía Federal (PF) de búsqueda y decomiso por supuesta participación en la venta ilegal de joyas y regalos recibidos por el exjefe de Estado.
La sospecha es que el general haya actuado con el hijo en la venta de los artículos de lujo recibidos por el exmandatario.
Tal recelo cobró fuerza después de que una foto mostrara el reflejo de la cara del alto oficial en la caja de joyería publicada en Internet para la venta.
La PF afirma que Cid trató de borrar las pruebas de ventas de joyería de su propio teléfono celular e investiga si otros kits de orfebrería fueron desviados.
Cid fue detenido el 3 de mayo en una operación policial que investigó la actuación de una asociación criminal que ingresaba datos falsos de vacunación contra la Covid-19 en los sistemas del Ministerio de Salud.
Además de la detención del edecán y otros cinco sospechosos, la PF cumplió órdenes de búsqueda y captura en la casa de Bolsonaro y decomisó documentos y teléfonos móviles.
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