Dicha curiosidad está a la sombra del desarrollo de las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) algo que cobra auge por estos días, cuando esas personas, con gran esfuerzo, tratan de colocarse en el panorama creativo y de producción de la isla.
La complicada labor de fabricación y la amplia variedad del surtido de la única empresa cubana dedicada a la producción y venta de relojes analógicos tiene por nombre (marca) Tiempo de Luz, con la búsqueda de llegar al mercado turístico nacional e internacional.
Es el caso de Ernesto Barrios, propietario de la compañía, quien explicó a Prensa Latina que su entidad produce desde 2021 esos instrumentos de medición cien por ciento renovables, pues emplea materia prima, partes y piezas de otros equipos depreciados por los clientes o puestos en liquidación por empresas como la Corporación Cimex.
También aprovecha los desusos de la Cadena de Tiendas Caribe (TRD), tanto de cuerda, analógicos, como de baterías.
Precisó el dueño de Tiempo de Luz, que dispone de un contrato con la Empresa Comercial Caracol S.A. (cadena de tiendas de este país).
Dicha comercializadora está especializada en lo más autóctono de este archipiélago como es el caso de los habanos, ron, café y suvenires. Dicha alianza del emprendedor con Caracol es para la producción y comercialización de esos relojes en la isla, en hoteles y tiendas, una verdadera novedad.
Aprobada por el Gobierno en octubre de 2021 como una de las 60 primeras empresas creadas en Cuba (bajo el apelativo de Mypimes), no invierte en materia prima ya que aprovecha todo, y en ese sentido, un carpintero utiliza diferentes tipos de maderas desechadas para la creación de la caja, que puede ser ácana, caoba, majagua o jiquí (relojes de madera).
Igualmente, refirió Barrios, cristalero de origen, concibe el vidrio, y un talabartero se dedica a confeccionar la correa, manilla, pulsera o brazalete.
Dice el propietario que su marca (Tiempo de Luz) ya fue registrada y patentada por la Oficina Cubana de la Producción Industrial (OCPI), la cual confiere los derechos de Propiedad Industrial (PI) en la República de Cuba.
Significó que hoy ya logran producir cronógrafos para tiendas de la capital, de los hoteles Meliá Habana y Nacional, y cuentan con otro contrato con la Oficina de Atención al Patrimonio, en el Centro Histórico de esta urbe, que permite el comercio de esos instrumentos en tiendas como La Guayabera y La Habanera.
Barrios reseñó que varios artistas cubanos relevantes, como el músico Alexander Abreu, líder de la banda Havana D’Primera, preparó la promoción de estos productos. Además, otros artistas como Pancho Amat o el trovador Eduardo Sosa, ya compraron relojes de esta marca.
Por demás, el relojero y su equipo, ensamblan además instrumentos similares, pero de mesa o salón, y de pared, de diferentes tipos y formatos, sin embargo, -puntualizó-, estos su firma los fabrica con partes y piezas que son importadas por empresas estatales cubanas.
Concluyó que en muy poco tiempo pudieron comercializar centenares de esos relojes, principalmente de pulsera, sobre todo en las tiendas de Caracol.
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