Por Adriana Robreño
Corresponsal jefe de Prensa Latina en Ecuador
Con el 100 por ciento de las actas escrutadas, González, heredera del expresidente Rafael Correa (2007-2017) y favorita en las encuestas previas, lideró la disputa entre ocho candidatos con el 33,62 por ciento de los sufragios.
Mientras, con 23,41 por ciento le siguió el joven empresario Noboa, auspiciado por la alianza Acción Democrática Nacional (ADN) la gran sorpresa, pues, pese al impulso logrado en los días anteriores a los comicios, nadie lo imaginaba en un segundo turno.
El 82 por ciento de los ecuatorianos acudieron a las urnas el pasado 20 de agosto a votar por el reemplazo del actual mandatario, Guillermo Lasso, y renovar la Asamblea Nacional (Parlamento).
Prensa Latina comprobó que, pese al temor por posibles hechos violentos, la mayoría participó en los comicios con motivación y esperanzada en resolver la escalada de violencia y los problemas económicos, tras una campaña ensombrecida por el asesinato de uno de los candidatos, Fernando Villavicencio.
En declaraciones al conocerse los resultados, González afirmó que ahora empieza una historia distinta, con fe, esperanza y optimismo, una Patria de días mejores, de dignidad para todo un pueblo.
“Este Ecuador valiente, este Ecuador con sentimiento de patria, se movilizó, rompió el miedo y votó por una mujer. Es la primera vez que una mujer obtiene tan alto porcentaje en la primera vuelta”, expresó la representante de la RC.
Noboa, por su parte, presenta una estrategia que se desmarca de las críticas al correísmo, incluso negó que vaya conformar una coalición en contra de esa fuerza política.
“No soy anti nada, soy proempleo, proseguidad, proEcuador. No hemos tenido necesidad de atacar a nadie”, afirmó ante los micrófonos.
LUISA GONZÁLEZ, SEGURIDAD, TRABAJO Y BIENESTAR
El asesinato de Villavicencio, un fuerte crítico de Correa, sacudió el panorama electoral y afectó la campaña de la RC a pocos días de la cita en las urnas.
En varias entrevistas, el expresidente Rafael Correa insistió en que el atentado derivó de un complot para evitar que su correligionaria ganara en una sola vuelta, y lo lograron.
Nos hicieron caer muchísimos puntos, imposible revertirlo a pocos días de una elección, reconoció el líder de la RC, quien se encuentra en Bélgica como asilado político ante la persecución judicial, pero cuenta con muchos seguidores en Ecuador.
Con el foco en retomar la seguridad, el trabajo y el bienestar social, los tres temas parte de su lema de campaña, Luisa González, tiene por delante un reto en la segunda vuelta.
Como en 2021, de un lado, el correísmo y del otro, la élite económica y empresarial.
Hace dos años la batalla la ganó el banquero Guillermo Lasso frente al ahora compañero de fórmula de González, Andrés Arauz, pero tanto el país como el correísmo estaban en momentos muy diferentes al actual.
Ahora la RC está fortalecida, resurgió de la persecución y aunque muchos de sus líderes están fuera del país, como el propio Correa, el apoyo a ese partido se reflejó en la victoria en las elecciones regionales y municipales de febrero pasado.
Sin embargo, ni esa solidez regional, ni tampoco apelar a los logros del pasado serán suficiente para ganar esta vez, advierten analistas.
La presidenta de la RC, Marcela Aguiñaga, admitió que cambiarán la estrategia para la segunda vuelta, porque “es un Ecuador distinto”.
Tenemos que digitalizar la campaña y hay mecanismos en las redes sociales que son herramientas muy importantes para hacer contenido, enfatizó en una entrevista al canal nacional Ecuavisa.
Según Aguiñaga, Daniel Noboa, contrincante de González en el balotaje, comprendió que hablar mal de Correa ya no es rentable.
Enfatizó que hoy la discusión es sobre el modelo de país que queremos, “¿el país para la gente, o el de unos pocos? ¿el respeto a los derechos laborales, o volvemos a la tercerización?”
La RC propone en su plan de gobierno reconquistar los logros conseguidos durante la llamada Década Ganada, cuando Correa estuvo en el poder.
En cuanto a la seguridad, principal preocupación ciudadana, la candidata que puede convertirse en la primera mujer electa como presidenta de Ecuador promete mano dura contra la delincuencia, fortalecer a la fuerza pública, las fuerzas armadas y los sistemas de inteligencia.
DANIEL NOBOA, ¿UN LASSO 2.0?
A sus 35 años, Daniel Noboa busca cumplir el sueño de su padre, Álvaro Noboa, uno de los hombres más ricos del país y aspirante a la presidencia sin éxito en cinco ocasiones.
El joven exlegislador participa en esta contienda electoral con el apoyo de grupos como el Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y el denominado Mover, en ambos están detrás parientes del exmandatario Lenín Moreno (2017-2021).
Con esos antecedentes y su plan de Gobierno, el presidenciable es visto como la continuidad del gobierno actual, es decir, “un Lasso 2.0”, como mencionó González.
Se presenta como un candidato joven, nuevo en el sistema político, aunque ya fue asambleísta.
Algunas de sus propuestas generan críticas en un sector de la población que las considera demagógicas o absurdas, como la creación de cárceles barcazas para aislar delincuentes, pero aún así busca captar desde el voto anticorreísta hasta lo que algunos denominan “correísmo blando”.
Para esto último se cuida de no atacar directamente a su rival y prefiere criticar al actual mandatario.
De sus vídeos en redes sociales y entrevistas se desprende que su estrategia se basa en la propuesta de generación de empleo, con impulso al sector privado.
La compañera de fórmula de Noboa, Verónica Abad, no teme expresar su posición a favor de Donald Trump, Jair Bolsonaro y del partido político español VOX mediante publicaciones en sus redes sociales.
Fuerzas de derecha ecuatorianas, como el Partido Social Cristiano, le expresaron su respaldo al binomio, y muy probablemente atraigan los votos de Christian Zurita, reemplazo de Villavicencio, que quedó tercero y planteaba una férrea oposición al correísmo.
Ante esas circunstancias, el abogado y analista político Mauro Andino afirmó que aunque en estos instantes Noboa parece tener algo de superioridad, existe margen para la remontada de González. “Será apretado y muy disputado hasta el final”, estimó.
Además, consideró que una democracia en busca del bien común, no debe ser capturada por los actores más poderosos del sistema empresarial o financiero.
“Entregarle la conducción del Estado a un agente económico que debe ser controlado y regulado por ese mismo Estado, solo aumentará la desigualdad y la pobreza”, opinó Andino.
La decisión está en manos de los ecuatorianos que volverán a las urnas para definir su futuro entre dos modelos que casi siempre se enfrentan en este tipo de procesos: uno empresarial y oligárquico y otro que promueve el progresismo y la economía social.
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