Por Isaura Diez Millán
Corresponsal jefe de Prensa Latina en China
Cuando Washington notó la tremenda asociación entre ambas partes, ya el gigante asiático estaba afianzado hacía un década como el principal socio comercial de esa región.
China, que se clasifica así misma parte del mundo en desarrollo, considera que ninguna nación debe quedarse atrás en el proceso de la modernización global y dialoga con las principales instituciones como la Unión Africana para promover la colaboración en diferentes sectores.
Estrategias como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), propuesta en 2013, y más recientemente la Iniciativa de Desarrollo Global (IDG), tienen en ese continente un destino prioritario de recursos y proyectos, sobretodo en lo vinculado con la construcción de infraestructuras.
Para el gigante asiático, África es de suma importancia cuando se trata de la Ruta Marítima de la Seda, porque de acuerdo con datos especializados 20 por ciento del comercio mundial pasa por el estrecho de Bab-el-Mandeb en dirección a Europa.
Según fuentes oficiales, las mayores inversiones de China en el escenario de la IFR están en Somalia, Etiopía, Sudán y Djibouti, en este último Beijing construyó su primera base militar de ultramar con el objetivo de garantizar la seguridad regional.
La denominada “base de apoyo” busca enfrentar los riesgos asociados con los casos de piratería en la región del cuerno de África y el Mar Rojo, ha publicado en diferentes ocasiones el Ministerio de Defensa.
Respecto a ese sector, ambas partes también incrementaron sus nexos y de hecho esta semana se desarrolla aquí el tercer Foro de Paz y Seguridad China-África, al cual asisten departamentos y líderes militares de casi 50 países africanos, así como representantes de la Unión Africana.
En la última década, el gigante asiático ofreció asistencia para el desarrollo de esa región que permitió la construcción de “más de seis mil kilómetros de ferrocarriles, más de seis mil kilómetros de carreteras y más de 80 instalaciones eléctricas de gran envergadura», enfatizó recientemente el presidente chino, Xi Jinping.
Algunos tanques pensantes, sobretodo adscritos a los intereses de Occidente, liderado por Estados Unidos, estimaron los vínculos con África dentro de una supuesta “diplomacia de la deuda” de Beijing, concepto que ignora el beneficio mutuo de la cooperación.
El comercio entre ambos reportó un crecimiento constante en los primeros siete meses del año y la cifra alcanzó los 158 mil 36 millones de dólares de enero a julio, reportaron medios locales.
Beijing se ha mantenido como el mayor socio comercial de África en la última década, con un intercambio bilateral que aumentó un 14,8 por ciento interanual en 2022.
El continente tiene a China como su mayor destino de exportación de productos agrícolas, petróleo, mineral metálico y arena mineral.
Ambas partes abogan por encontrar una forma de transacción desdolarizada, sobretodo ante el incremento de la guerra económica y comercial de Estados Unidos contra el gigante asiático.
Según Wu Peng, director general del Departamento de Asuntos Africanos, Ministerio de Relaciones Exteriores de China, cada vez hay más pequeñas y medianas empresas privadas chinas que están muy interesadas en entrar en África.
“Tienen la confianza sobre el futuro de la economía africana y creen que si toman una buena posición en la etapa más temprana en uno de los países africanos en proceso de industrialización, obtendrán más ganancias en el futuro», dijo a la televisora CCTV.
CHINA EN EL BRICS Y SU APUESTA POR ÁFRICA
La XV Cumbre del Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reunió a los líderes de los países miembros en una edición enfocada en los vínculos con África, la inclusión y cooperación con los países en desarrollo y las economías emergentes.
De hecho, la desdolarización y por ende, el apoyo a las monedas locales, fue uno de los temas medulares de la cita que, de acuerdo con los líderes de los países miembros, marcó un hito para el futuro del grupo.
Según Wamkele Mene, secretario general del Área africana de Libre Comercio, esta región tiene 42 monedas, pero cuando se comercia a través de fronteras hay que comprar con una tercera moneda.
«Esa es una barrera importante, hemos introducido la tecnología digital, el sistema panafricano de pagos y liquidación para garantizar que ahora cualquiera que esté comerciando en África pueda comerciar en moneda local».
En la declaración conjunta tras el Diálogo de Líderes China-África, como parte de la cumbre, Beijing se comprometió a promover la integración económica africana, fortalecer el comercio regional, la promover la inversión y facilitar eel desarrollo de cadenas de valor.
El grupo también aprobó una resolución para estudiar en el futuro la creación de «una moneda de pagos».
Al término de la cumbre, Beijing subrayó que continuará su respaldo a esa región para que hable con una sola voz en los asuntos globales y mejore continuamente su posición internacional.
Xi reafirmó el apoyo para que la Unión Africana se una al Grupo de los 20 y confirmó la realización de la novena conferencia del Foro de Cooperación China-África para el próximo año.
En otro momento anunció un plan para la Cooperación China-África en el Desarrollo del Talento, el cual contempla la capacitación de 500 directores y maestros de escuelas vocacionales cada año, así como 10 mil técnicos con habilidades lingüísticas y vocacionales.
«Creo que en estas áreas, ya sea en el campo de la tecnología, la economía digital, la educación vocacional o la inteligencia artificial, China tiene sus propias experiencias y ventajas”, comentó Li Wentao, del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China.
En declaraciones a CCTV, el profesor aseguró que el país asiático está dispuesto a compartir este conocimiento, lo cual está acorde con la imagen de una nación importante.
Según Xi, Beijing profundizará además la cooperación con los países africanos respecto al intercambio de datos de mapeo satelital, la implementación de la Asociación de Cooperación Aduanera Inteligente y el lanzamiento con la Unesco del plan de acción “IDG para el Futuro de África”.
En opinión del canciller Wang Yi, el viaje del presidente a Sudáfrica ”mejora la amistad tradicional entre el gigante asiático y el continente, construye un nuevo consenso sobre la cooperación Sur-Sur y agrega energía positiva a la paz y el desarrollo”.
Para la filosofía del gigante asiático, existen varios caminos que conducen a la modernización y los pueblos del continente pueden elegir cuál de ellos se adapta mejor a África.
«Hay muchas civilizaciones y formas de desarrollo en el mundo y así es como el mundo debe ser», dijo Xi al defender el multilateralismo.
Sin embargo, la visión hegemónica y unipolar propias del pensamiento de guerra fría impiden a Occidente entender que los nexos China-África responden a un nuevo tipo de gobernanza global, alejado de la confrontación de bloques y del triunfo del fuerte sobre el débil.
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