El joven, quien repitió hace cuatro días un meritorio cuarto lugar mundial en Budapest, consiguió un tiempo de 12 minutos, 55 segundos y 88 centésimas, por debajo de la marca exigida para la cita bajo los cinco aros, 13:05,00.
Grijalva flotó entre el quinteto puntero de la prueba, a falta de 500 metros se vio con posibilidades de subir al podio, pero finalmente quedó detrás de los etíopes Yomif Kejelcha (12:46,91), Selemon Barega (12:54,17), y el estadounidense Grant Fisher (12:54,49).
El Tarzán, como le llaman, vive desde que tenía un año en Estados Unidos, nación a la cual su familia emigró y donde logró una beca para dedicarse por completo a la especialidad.
Dejó su huella ya en Tokio 2020 donde terminó en el puesto 12, pero impuso un récord nacional al estampar 13:10.09 minutos, a partir de lo cual ganó confianza y además focos de seguimiento tanto de Guatemala como de la comunidad atlética.
El registro requerido lo había obtenido en septiembre de 2022 en el Memorial Van Damme, de la Liga de Diamante disputada en Bruselas, donde consiguió 13:02.94 minutos, récord nacional.
A inicios de junio último en el estadio Luigi Ridolfi en Florencia, Italia, sede de la tercera ronda de la propia competencia, subió a su primer podio (bronce) con 12:52.97, otra vez registro para este territorio y centroamericano.
Dos semanas después destacó en Oslo Bislett Games, en Noruega, certamen igualmente de la Liga de Diamante, en el cual finalizó en la quinta posición con 12:56.63.
Ahora aparece como el segundo clasificado guatemalteco a París tras el marchista José Barrondo, quien superó a inicios de junio pasado en la Coruña, España, la marca exigida para los 20 kilómetros.
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