Según una evaluación conjunta de este organismo especializado de las Naciones Unidas y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la protección de estos lugares puede ayudar a conservar la biodiversidad y alcanzar los objetivos fijados por el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal.
Los autores del informe señalan que en estos parajes se encuentran los últimos ejemplares de varias especies emblemáticas, entre ellas hasta un tercio de los elefantes, tigres y pandas que quedan pueden encontrarse en estos sitios, así como al menos uno de cada 10 grandes simios, jirafas, leones y rinocerontes.
También, albergan a todos los rinocerontes de Java, vaquitas (el cetáceo más pequeño del mundo) e iguanas rosas que quedan, así como más de la mitad de todos los rinocerontes y orangutanes de Sumatra y gorilas de montaña.
Estos lugares son un refugio seguro para muchas especies amenazadas, pero son afectados por el cambio climático y presiones antropogénicas como la expansión agrícola, el desarrollo de infraestructuras, la caza furtiva, la sobreexplotación de los recursos y la proliferación de especies invasoras.
La protección de dichas áreas es esencial para salvar las especies vulnerables, pues cada grado centígrado de aumento de la temperatura global puede duplicar el número de especies amenazadas por condiciones climáticas peligrosas, subraya el reporte.
Los sitios del Patrimonio Mundial, que suman mil 157 y sólo ocupan el uno por ciento de la superficie terrestre, son fundamentales para preservar la diversidad de la vida en la Tierra, mantener los servicios esenciales de los ecosistemas y enfrentar los trastornos climáticos, de acuerdo con la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
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