Con informe del ministro Alexandre de Moraes, relator de los procesos oriundos de la investigación, los análisis se realizarán en sesiones extraordinarias, programados para el período de la mañana.
Detenido en flagrante dentro del Congreso Nacional por la Policía del Senado, Aécio Lúcio Costa Pereira, exfuncionario de la Compañía de Saneamiento Básico del estado de Sao Paulo, será el primer acusado en ser juzgado por la corte.
Figuran también en la pauta del STF acciones penales contra Thiago de Assis Mathar y Moacir José dos Santos.
Todos ellos responden por la práctica de asociación criminal armada, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho y golpe de Estado.
Asimismo por daño calificado por la violencia y grave amenaza, con empleo de sustancia inflamable, contra el patrimonio de la Unión y con considerable perjuicio para la víctima y deterioro de patrimonio derribado.
Las denuncias fueron presentadas por la Procuraduría General de la República (PGR) y recibidas por los ministros en juicios que ocurrieron en el plenario virtual a lo largo de todo el semestre.
En total, la PGR presentó mil 390 denuncias contra personas arrestadas durante las acciones antidemocráticas del 8 de enero.
De ellas, mil 341 se convirtieron en reos, lo cual significa que los procesos pasaron a la fase posterior e incluye recolección de pruebas, con testimonios de testigos de acusación y defensa.
Ahora, con los juicios por el plenario, los ministros analizan si absuelven o condenan a los acusados.
Frente al gran volumen de acciones, es posible que los otros casos sean apreciados por el sistema virtual de la corte.
El 1 de enero, una semana después que el extornero mecanico Luiz Inácio Lula fuera investido presidente de Brasil, un hormiguero de adeptos radicales de su predecesor, el político ultraderechista Jair Bolsonaro, invadieron y saquearon el 8 de enero el Congreso Nacional, el STF y el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Armados de palos y piedras, los inconformes con la victoria en urnas del líder progresista pedían a gritos intervención militar en la plaza de los Tres Poderes en Brasilia, donde rechazaban la asunción al poder de Lula.
Las imágenes de las irrupciones violentas y actos vandálicos dieron la vuelta al mundo y hasta comentaristas políticos la calificaron de «versión brasileña del asalto al Capitolio».
Aludieron al acontecimiento ocurrido el 6 de enero de 2021 cuando partidarios del entonces presidente estadounidense Donald Trump penetraron en la sede del Congreso violando la seguridad y ocupando partes del edificio durante horas.
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