El peso de los números que favorecen a Bukele y al Partido Nuevas Ideas (NI) golpearon con fuerza el escenario político local luego de divulgarse los resultados de la V Encuesta de Humor Social y Político: Importancias complicadas, denominada “elecciones 2024: punto de partida electoral” ejecutada por la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
Cifras proporcionadas por el doctor Óscar Picardo, de ese centro docente, dan poco margen a la duda y pronostican que Bukele y su partido barrerán en los comicios de febrero 2024.
El 68,4 por ciento de las intenciones de voto favorables al presidente y a su compañero de fórmula, Félix Ulloa, da poco margen a la especulación.
En otra parte de sus valoraciones Picardo señaló que con la actual división política aprobada por la Asamblea Legislativa de 60 diputados, hay posibilidades de que el oficialismo obtenga 58 butacas aunque no descartó que pueda ganar el total.
En la semana fue noticia la firma de un acuerdo entre el gigante tecnológico Google y el Gobierno por siete años en el que reforzará la digitalización del país. La firma ratificó planes de establecer una operación que se enfocará en crear un gobierno digital, mejorar la atención médica e instaurar una moderna plataforma educativa.
La iniciativa, según la entidad, busca acompañar al Gobierno salvadoreño para “convertirse en un centro tecnológico en América Central».
Mientras tanto, la economía se perfila como uno de los temas base para la campaña electoral cuando la canasta alimenticia en la ciudad trepó hasta 255.35 dólares, el monto más alto desde que se tiene registro a partir de 2001, y en menor escala en el campo, según el Banco Central de la Reserva (BCR). La cesta de alimentos aquí está formada por varios productos que representan el requerimiento mínimo calórico para que una persona realice su trabajo. Incluye raciones diarias de tortillas, frijoles, carnes (res, cerdo y aves), grasas, huevo, frutas y verduras.
Datos oficiales aseguran que una familia de la zona urbana que gane el salario mínimo del sector de la industria o servicios tendría que destinar hasta el 70 por ciento de sus ingresos para comprar comida, mientras la pobreza fue identificada como una de las mayores falencias que refleja el modelo económico en El Salvador.
En la semana informes sobre las alzas de precios de los combustibles, la caída en las exportaciones y aumento de precios de alimentos básicos como el frijol, presagian tormenta en la economía del país a casi cinco meses de las elecciones presidenciales.
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