Natural de Pinar del Río, la más occidental de las provincias cubanas, Raidel trabajó una entrada en la que admitió un jit y ponchó a dos rivales para completar la blanqueada por 3-0 ante Carpas de Hiroshima.
Aunque su club ocupa el último lugar en el circuito central con saldo de 46 victorias, 71 derrotas y tres partidos empatados, el lanzador caribeño, seleccionado el Latino del año en la campaña pasada, va camino a encabezar por segunda vez seguida el listado de los taponeros en su liga.
Sus rivales más inmediatos por ese premio son los japoneses Kazuto Taguchi, de las Golondrinas de Yakult, quien ha salvado 29 desafíos, y Suguru Iwazaki, del bullpen de Tigres de Hanshin (28).
Raidel el año pasado logró 39 rescates y suma 121 salvamentos desde que fichó en 2018 en la liga japonesa, siempre con la organización de los Dragones.
Integrante de la selección cubana a los últimos torneos internacionales, registra en la actual temporada nipona efectividad de 0.21 en 43 inning de labor, su promedio de embasados por entrada es de apenas 0.76 y archiva balance de tres éxitos, un revés y ocho juegos aguantados además de los 30 cerrojos. Ponchó a 58 adversarios y solo ha entregado cuatro bases por bola.
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