Según un reporte de la OMM, publicado en la Cumbre de África sobre el Clima, que sesiona en Kenya hasta el 6 de septiembre, esta situación perjudica la seguridad alimentaria, los ecosistemas y las economías, contribuye a los desplazamientos y las migraciones, y agrava la amenaza de conflictos por la escasez de recursos.
El informe sobre el estado del clima en África de 2022 muestra que el alza de la temperatura en el continente se aceleró en las últimas décadas y los peligros relacionados con el tiempo y el clima son cada vez más graves, mientras la financiación para la adaptación climática representa apenas una gota en el océano.
Durante 2022, más de 110 millones de personas de la región se vieron directamente afectadas por peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos, que causaron daños económicos por valor de más de ocho mil 500 millones de dólares.
De acuerdo con la Base de Datos Internacional sobre Desastres, en el área se produjeron cinco mil muertes, el 48 por ciento estuvieron asociadas a las sequías y el 43 por ciento a inundaciones, y es probable que la cifra real sea más alta debido a la falta de información.
Por otro lado, África es responsable de menos del 10 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y es el continente menos capacitado para enfrentar los impactos del cambio climático.
Las olas de calor, las lluvias torrenciales, las crecidas, los ciclones tropicales y las sequías prolongadas tienen efectos devastadores en las comunidades y las economías, lo cual supone un aumento de la población en situación de riesgo, afirmó el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Dada la elevada exposición de África, su fragilidad y escasa capacidad de adaptación, se prevé que los efectos del cambio climático se dejarán sentir con una mayor crudeza.
La salud de las personas, la paz, la prosperidad, las infraestructuras y otras actividades económicas en muchos sectores del continente están expuestas a importantes riesgos asociados a dicha causa, acotó el trabajo.
También, a causa del calentamiento global, la productividad agrícola de África bajó un 34 por ciento desde 1961, la disminución más elevada en comparación con la otras regiones.
Se prevé por ello que las importaciones anuales de alimentos de los países africanos se tripliquen, pasando de 35 mil millones a 110 mil millones de dólares en 2025.
Entre tanto, los costos de pérdidas y daños en África debido al cambio climático podrían oscilar de 290 mil millones a 440 mil millones de dólares en el período 2020-2030.
mem/abm