Cuatro de las víctimas se consideran feminicidios íntimos, por tratarse de sus parejas, mientras que las otras se enmarcan en violencia de género, además de una abatida por un vecino como parte de una disputa.
“Ni el gobierno ni las organizaciones damos abasto para detener los feminicidios”, afirmó Amárilis Pagán Jiménez, directora ejecutiva de Proyecto Matria, al hacer un llamamiento al país para que se una a los esfuerzos de las entidades que luchan contra la violencia machista.
Al plantear que necesitamos a las familias, comunidades y grupos civiles, Pagán Jiménez ratificó que “no podemos normalizar estos sucesos y quedarnos de brazos cruzados, (cuando) cuatro mujeres fueron asesinadas este fin de semana”.
Según el Proyecto Matria, los esfuerzos para detener la violencia en contra de las mujeres requieren que los diversos sectores participen de las estrategias de prevención e intervención.
La Organización Mundial de la Salud, dijo José Galarza Flores, coordinador de servicio directo del Proyecto Matria, tiene investigaciones que demuestran que las mujeres en situaciones de violencia tienden a buscar espacios comunitarios que consideran seguros.
“Mientras más personas sepan identificar las señales de violencia y qué hacer en estas situaciones, más espacios seguros tendremos en todo Puerto Rico”, indicó Galarza Flores.
Enid Pérez Rodríguez, coordinadora de Política Pública de Matria, destacó que la violencia en contra de las mujeres se sostiene en la idea de que somos inferiores a los hombres; esto parecería anacrónico, pero sigue siendo una realidad.
“Esa idea se manifiesta en el uso del poder y control sobre las víctimas de violencia, las amenazas, los golpes, el acecho y, finalmente, el asesinato”, resumió.
Pérez Rodríguez añadió que la educación y la voluntad de ayudar son el antídoto a esta violencia, ya que “cualquier persona puede ser un instrumento para la paz y seguridad de las mujeres si se compromete con educarse y actuar”.
La actual situación se produce cuando existe desde hace un año un estado de emergencia por la violencia machista, mientras sectores de la derecha han obstruido la implantación de una educación con perspectivas de género.
“Hay miles de mujeres que nos necesitan y nos seguirán necesitando en los próximos años; verlas, apoyarlas y acompañarlas es darle una oportunidad de vida”, afirmó Pagán Jiménez, abogada de profesión con años entregada a esta causa.
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