El Comité Supremo de Emergencia de los Prisioneros, que agrupa a representantes de todas las facciones palestinas, acordó iniciar la medida el próximo 14 de septiembre.
Nuestro objetivo es detener las decisiones y políticas contra los prisioneros, así como restaurar sus derechos, afirmó la organización en un comunicado.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, anunció que los presos palestinos de seguridad, oriundos de Cisjordania, solo recibirán una visita cada dos meses, el doble de tiempo a lo planificado hasta la fecha.
La disposición afecta a unos mil 600 de casi cinco mil reclusos, de acuerdo con medios de prensa.
El gobierno, partidos y organizaciones palestinas condenaron la decisión y advirtieron que provocará una nueva ola de tensión y violencia.
En ese sentido, el secretario general del Comité Ejecutivo de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Hussein al-Sheikh, criticó “las medidas racistas anunciadas por el racista ministro”.
También Osama al-Qawasmi, miembro del Comité Político de la OLP, criticó a Ben Gvir, jefe del partido de extrema derecha Poder Judío.
Según el diario israelí Yedioth Ahronoth, la directora del Servicio Penitenciario, Cathy Perry, así como los estamentos de seguridad rechazaron la medida al considerar que provocará violencia en las cárceles.
También la Cruz Roja expresó su firme oposición e incluso amenazó con recurrir a los tribunales internacionales si se perjudicaban las condiciones de los reos.
Recientemente, el ministro canceló la liberación de presos palestinos enfermos y ancianos cuyas sentencias por delitos leves están a punto de cumplirse.
El Canal 12 reveló que Ben Gvir planea nuevas acciones contra los detenidos, incluidas la prohibición de entrada de algunos productos alimenticios, la reducción del tiempo en los comedores, la eliminación de varios canales de televisión y la cancelación de los poderes de sus representantes ante las autoridades penitenciarias.
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