Por esta jornada «vamos a tener una actividad en el Palacio de Planalto (sede del Poder Ejecutivo) con la ministra Marina (Silva) y la ministra (Sonia) Guajajara y vamos a demarcar algunos temas indígenas y de protección ambiental», declaró Lula en Conversa con el presidente, programa que transmite los martes por redes sociales.
El mandatario firmó en abril la homologación de la demarcación de seis territorios nativos, los que constituyeron la primera aprobación de su tercer mandato y, según el Gobierno, cerraron un período de cinco años sin jurisdicciones.
Realizada por decreto rubricado por el presidente de la República, la homologación es el último acto antes del registro formal del patrimonio indígena.
Tal anuncio de Lula afloró en momentos en que el Supremo Tribunal Federal (STF) analiza el llamado marco temporal que definirá el futuro de la demarcación de las tierras originarias.
El marcador está cuatro a dos contra la polémica tesis, la cual establece que los nativos solo tienen derecho a posesiones tradicionalmente ocupadas por ellos el día de la promulgación de la Constitución, el 5 de octubre de 1988.
La iniciativa resulta una interpretación del artículo 231 de la Carta Magna en la que «se reconocen a los indígenas, su organización social, costumbres, lenguas, creencias y tradiciones”.
De igual manera, «los derechos originarios sobre las tierras que tradicionalmente ocupan, competiendo a la Unión demarcarlas, proteger y hacer respetar todos sus bienes».
Para las comunidades originarias, que están contra el marco temporal, la posesión histórica de una tierra no necesariamente está vinculada al hecho de que un pueblo haya ocupado determinada región el 5 de octubre de 1988.
Detallan que muchas comunidades son nómadas y otras fueron retiradas de sus tierras por la dictadura militar (1964-1985).
El ministro André Mendonça concluyó el pasado jueves su voto y estuvo a favor del marco temporal, y a continuación el magistrado Cristiano Zanin lo hizo contra el hito transitorio.
«Se verifica la imposibilidad de imponer cualquier marco temporal en perjuicio de los pueblos indígenas, que poseen la protección de la posesión exclusiva desde el imperio» portugués, alegó Zanin.
La sesión terminó con el voto del juez Luís Roberto Barroso, también contra la teoría, apoyada por el sector rural.
De acuerdo con líderes aborígenes, el marco temporal excluye la realidad histórica y cultural de los nativos y viola tratados internacionales firmados por Brasil, como la Declaración de los Pueblos Indígenas de Naciones Unidas y la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
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