La extracción bajó en 2023 de alrededor de 500 mil barriles diarios a 473 mil 120, según un análisis del sector proporcionado por el Banco Central que alega como causas de esa caída los precios, la capacidad de las instalaciones de producción y las políticas gubernamentales.
El valor promedio del barril de crudo nacional llegó a 58,08 dólares, pero el país necesita venderlo al menos a 64,8 dólares, como previó en el presupuesto anual del Estado.
Los montos a los cuales Ecuador oferta el petróleo están entre ocho y 12 dólares por debajo del valor del WTI, debido entre otros factores a la calidad, los costos de transporte y la demanda del mercado.
El crudo ecuatoriano presenta un mayor contenido de azufre en su composición, lo que hace más costoso y complicado poder refinarlo hasta obtener productos como la gasolina.
Eso conlleva a que el mercado ofrezca un precio inferior y eso incide negativamente en la rentabilidad de la industria petrolera.
El presidente Guillermo Lasso inició su mandato con una extracción de 498 mil barriles diarios y se propuso aumentar dicha cantidad en 125 mil adicionales, sin embargo, no lo cumplió.
Para el gobierno entrante será un desafío, pues la venta del petróleo es la principal fuente de ingresos del Estado.
A eso se suma el cierre del Bloque 43 ITT, ubicado en el amazónico Parque Nacional Yasuní, luego de la aprobación de la consulta popular de dejar el crudo bajo tierra como forma de preservar uno de los sitios más biodiversos del planeta, advirtió un reporte de la emisora Radio Pichincha.
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