Tal número se alcanzó tras reportarse en las últimas horas seis fallecidos en el municipio de Roca Sales, región de los Valles.
Las 27 vidas perdidas superan la mayor tragedia natural de las últimas cuatro décadas en el estado, cuando 16 personas murieron en junio, afirmó el gobernador Eduardo Leite.
«No ha sido un año fácil para Rio Grande do Sul. Pero nuestro pueblo es resiliente y fuerte, y nosotros vamos a estar unidos para superar esa adversidad», señaló.
Esa tarea se cumple, añadió, con toda la estructura, los servidores públicos, los militares, civiles, voluntarios, acciones, alcaldías y la sociedad civil comprometida.
«Cada vida perdida no puede ser restablecida, la gente lamenta cada una de ellas. Vamos a dar todo apoyo para esas familias», remarcó.
Además de las víctimas mortales, se registran hasta la fecha dos mil 984 personas desplazadas, mil 650 sin hogar y 66 ciudades afectadas.
Solo en la ciudad de Muçum, en la región central del estado, ocurrieron 15 muertes.
También este miércoles, la Defensa Civil mantuvo alerta de inundación para los ríos Caí y Taquari. La orientación es que las familias que viven cerca de los afluentes abandonen los lugares y busquen refugio.
Al menos 28 municipios del Valle del Taquari, de la Región Norte y de la Sierra Gaucha, suspendieron las clases, entre ellos Lajeado, Estrela y Passo Fundo. De acuerdo con la Policía Federal de Carreteras, cuatro carreteras tienen algún tramo prohibido.
En el estado muchas casas sufrieron daños por los vientos, fuertes lluvias y el granizo.
Hubo un corte de energía en docenas de ciudades, donde se notificaron muchos puntos de inundación.
El fenómeno meteorológico se originó en un sistema de baja presión, que provocó aguaceros durante el lunes. Conforme se desplazó hacia el océano, cobró intensidad y después se formó el ciclón.
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