De acuerdo con el reporte, las medidas están diseñadas para disminuir los riesgos y retos que enfrenta la industria minera y promover prácticas más seguras en el lugar de trabajo.
Una de las acciones propuestas es la no construcción de nuevas minas de carbón con capacidades de producción anual por debajo de 900 mil toneladas, en especial aquellas que presentan riesgos de explosiones o condiciones hidrogeológicas complicadas.
Asimismo, las directrices plantean el cierre de minas que no cumplan con los requisitos de seguridad y proponen un nuevo enfoque en la mecanización, automatización e inteligencia en la operación de estos lugares.
Según las medidas del Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado, las autoridades locales tendrán la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de las mismas y llevar a cabo una supervisión efectiva.
Datos oficiales muestran que el sector registró más de tres mil muertes en los últimos cinco años, cifra que sin embargo supone un descenso del 53,6 por ciento con respecto al lustro anterior.
Recientemente un estallido en un yacimiento de carbón en el condado de Yanchuan, provincia noroccidental de Shaanxi, dejó 11 fallecidos, los cuales se unieron a otros 10 reportados tras el derrumbe de una mina similar en la provincia de Gansu, noroccidente.
China lanzó una campaña para supervisar los sistemas de seguridad en todos estos sitios del país con el objetivo de comprobar si cumplen con las medidas de protección a sus empleados y la prevención de explosiones, derrumbes y otros sucesos letales.
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