En declaraciones en esta capital al periódico Claridad de esa nación, el fundador y director de la agrupación, Carlos Alberto Cremata, comentó sobre su emoción por visitar suelo puertorriqueño, su sentimiento por esa cultura y su deseo de multiplicar amor.
En los 34 años de creada La Colmenita, expresó Cremata, solo conocían una de las alas del pájaro, “estamos desesperados hace mucho tiempo por ver a nuestros iguales, a nuestros hermanos”.
Nosotros visitamos todas las provincias de Cuba, pero nos falta Puerto Rico, eso es Cuba. Estuvimos en Haití y República Dominicana, ¡vaya, es el colmo! Martí no nos lo perdona todavía, continuó.
Los talentosos infantes exhibirán La Cenicienta según Los Beatles, una propuesta armónica bilingüe donde los pequeños interpretan en idioma inglés canciones de la banda británica, mientras cuatro ratoncitos que viven en el sótano de Cenicienta conspiran para armar un grupo musical.
El 85 por ciento de los textos que aparecen en la puesta son hechos por los Beatles y el 15 restante son textos puente para que se pueda narrar la historia, aseguró.
Al preguntarle qué importancia representa para La Colmenita visitar esa tierra hermana respondió:
Lo que nosotros hacemos todo el tiempo es crecer con Martí, en Martí, hay que estudiarlo para saber lo que significaba para él la comunidad y el ser humano puertorriqueños, esa isla tan amada.
Jamás ha existido otra cosa que no sea un amor profundísimo entre dos iguales; porque nos consideramos iguales, esa imagen de Lola Rodríguez de Tió es muy exacta, cada vez que conozco un puertorriqueño me siento al lado de un hermano de verdad.
Cremata aseguró que este cercano encuentro propiciará la visita de niños de esa nación a Cuba y cubanos a Puerto Rico.
Todos sabemos que somos un solo país, el Caribe mismo es un solo país que cada vez tiene que unirse más y reencontrarse, siempre estos intentos van desbrozando el camino, significó.
Fundada el 14 de febrero de 1990, La Colmenita promueve alrededor del mundo los valores humanos desde una interpretación magistral, sana y amena.
Con la misión de multiplicar amor por encima del odio, escribe en cada escenario que pisan sus pequeños pies aquella frase de José Martí dedicada a los niños en La Edad de Oro: tener talento es tener buen corazón.
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