Esta enfermedad, conocida también como paludismo, es provocada por parásitos del género Plasmodium, los cuales son transmitidos a los seres humanos mediante la picadura de mosquitos infectados de la especie Anopheles.
Es prevalente en regiones tropicales y sus síntomas pueden variar desde leves, como fiebre y dolor de cabeza, hasta formas graves con riesgo de muerte.
Según una alerta epidemiológica recién emitida por la OPS, 19 países y territorios no endémicos de las Américas son considerados libres de transmisión de malaria.
Sin embargo, entre 2022 y 2023, cuatro de ellos —Argentina, Bahamas, Jamaica y Estados Unidos— notificaron casos esporádicos de malaria importados y de transmisión local a través de sus Centros Nacionales de Enlace para el Reglamento Sanitario Internacional), incluso en zonas donde previamente no se había reportado ninguno.
El organismo resalta la importancia de que los países no endémicos estén preparados para manejar adecuadamente los casos de malaria, evitando pérdidas de vidas y previniendo la posible reintroducción de la transmisión en regiones que están libres de este padecimiento, pero que aún albergan vectores y condiciones propicias para su propagación Asimismo subraya la importancia de priorizar la detección, el diagnóstico y tratamiento inmediato de los casos de paludismo, como la medida principal para contener la transmisión de la enfermedad en cualquier contexto.
Indica, además, que dada las características de las áreas no endémicas se requiere un mayor esfuerzo en vigilancia, y a la vez mantener al personal de salud entrenado y actualizado respecto a las orientaciones para la detección, diagnóstico y tratamiento de casos.
Enfatiza la necesidad de brindar soluciones normativas, financieras y logísticas para asegurar la existencia de capacidades en el país para el diagnóstico microscópico de la malaria, el manejo de casos y disponer de los medicamentos e insumos básicos como las pruebas de diagnóstico rápido.
La OPS subraya el valor de comunicar orientaciones claras a los pacientes con sospecha de malaria, especialmente a grupos vulnerables como migrantes y trabajadores agrícolas, a fin de superar las barreras de acceso a los sistemas de salud.
Destaca la importancia de enfocar recursos en medidas de control vectorial como el uso de mosquiteros tratados con insecticidas y la aplicación de rociado residual intradomiciliario.
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