En un mensaje por el Día Mundial para la prevención del suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, el directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ese destacó que, de manera alarmante, la región experimentó un aumento del 17 por ciento en ese indicador entre 2000 y 2019.
Este porcentaje la convierte en la única región de la Organización Mundial de la Salud que reportó un acrecentamiento en ese periodo.
Barbosa subrayó que “cada caso de suicidio es una tragedia que impacta severamente no solo en las personas, sino también en las familias y comunidades”.
Resaltó que este hecho se puede prevenir y lanzó un llamado a generar “esperanza con nuestras acciones” y reducirlo en la región.
Según los especialistas, en 2019 el suicidio fue la cuarta causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años en todo el mundo.
Se registran más intentos de suicidio en las mujeres, pero los hombres son quienes más concretan el acto: por cada mujer que muere por suicidio en la región lo hacen 3,5 hombres.
Pruebas disponibles indican el impacto desproporcionado del suicidio entre los grupos en situación de vulnerabilidad como las poblaciones indígenas y las personas Lgbtqi+.
El directivo de la OPS detalló que la pandemia de la Covid-19 exacerbó muchos de los factores de riesgo del suicidio, como el desempleo, la inseguridad financiera y el aislamiento social, por lo que consideró que el abordaje de esta situación requiere un esfuerzo colectivo.
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