En declaraciones a la red panárabe Al Mayadeen, el titular en el gobierno interino manifestó la necesidad de contar con 40 mil soldados para controlar las fronteras, mientras el número actualmente disponible es sólo de ocho mil.
A propósito, la autoridad comentó sobre la incapacidad de gestionar solos los asuntos fronterizos e insistió en la urgencia de una coordinación política y de seguridad con Siria.
En este sentido, señaló que el trabajo conjunto con Damasco constituye un interés de seguridad para Líbano al enfrentar las repercusiones del desplazamiento.
Hajjar indicó que el país no puede soportar una nueva ola de sirios y en este contexto, elogió los esfuerzos realizados por el Ejército libanés y el Servicio General de Seguridad para evitar entradas ilegales.
Afirmó que Siria está sometida a un “importante bloqueo económico debido a la Ley César» y culpó a la administración de Estados Unidos del nuevo desplazamiento.
También responsabilizó a la comunidad internacional de las repercusiones de la crisis de los refugiados sirios en suelo libanés.
Sobre este tema, la autoridad advirtió sobre la gravedad del expediente y aconsejó a los jóvenes sirios a permanecer en su país, a pesar de la dureza de la situación.
El ministro libanés calificó de hermano al pueblo sirio y refrendó que la demanda por el regreso de los desplazados a su tierra surge del estado de estabilidad en gran parte de la vecina nación.
De acuerdo con reportes locales, el gabinete interino discutirá la semana entrante en sesión especial el tema del desplazamiento, en presencia del comandante del Ejército y de los líderes de los servicios de seguridad.
Alrededor de dos millones 80 mil sirios viven en territorio libanés, mientras más de 540 mil regresaron voluntariamente a su país tras el comienzo del plan de retorno en 2017, según cifras oficiales.
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