De acuerdo con un informe de ese ente, el total de la población infantil desplazada sin opciones de enseñanza supera los 14,8 millones, lo que refleja un incremento de más del 50 por ciento con respecto al 2022.
El alto comisionado de la Acnur, Filippo Grandi, advirtió que las personas refugiadas seguirán rezagadas en tanto no se impulse su acceso a la educación.
Sin enseñanza, dijo, será aún más difícil alcanzar otras metas en materia laboral, de igualdad, de salud y de erradicación de la pobreza, entre otras.
El informe considera dramática las variaciones en la matrícula de acuerdo con el nivel de enseñanza en los países que proporcionaron datos.
Mientras la educación preprimaria, primaria y secundaria registran cifras de 38, 65 y 41 por ciento respectivamente, apenas un seis por ciento llega a la enseñanza terciaria.
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