La medida es un crimen de guerra, afirmó en un comunicado la organización política de izquierda, que llamó a la Corte Penal Internacional a juzgar a sus promotores.
La continua construcción y legalización de asentamiento en Cisjordania y Jerusalén Este por parte de la potencia ocupante es una estrategia dirigida a apoderarse de la tierra y aislar entre sí a las ciudades y pueblos de la Ribera Occidental, denunció.
Ante tal situación, llamó a enfrentar esas acciones mediante la resistencia armada, que “ha demostrado su eficacia y efectividad”.
Aunque la ONU y el mundo consideran ilegales todas las colonias israelíes en Cisjordania y Jerusalén oriental, las autoridades de Tel Aviv distinguen entre las autorizadas y las que no.
La mayoría de los puestos de avanzada, gérmenes de futuros asentamientos, son erigidos por sectores y grupos ultraderechistas sin el consentimiento del Gobierno, lo cual causó enfrentamientos en el pasado.
El miércoles último Israel legalizó tres de ellos: Avigayil, Asahel y Beit Hoglah, luego de ser designados sus límites municipales.
La organización no gubernamental israelí Paz Ahora, que lucha contra la ocupación, detalló que Avigayil tiene en la actualidad 48 viviendas, Asahel 71 y Beit Hoglah 22.
Más de 450 mil colonos israelíes viven en 132 asentamientos y 147 puestos de avanzada en Cisjordania y otros 200 mil en Jerusalén oriental.
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