En medio de intentos para establecer un alto el fuego, los combates entre el movimiento Fatah y grupos armados aumentaron en los barrios de Hittin y Jabal al-Halib, al oeste del campo, precisó el canal panárabe Al Mayadeen.
Mientras las balas y cohetes se escuchan en toda la ciudad de Saida, el número de fallecidos ascendió a cinco, incluido uno de Fatah y otro de los extremistas.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Noticias, decenas de ciudadanos dentro y fuera del campamento sufrieron lesiones, como consecuencia de balas perdidas y la explosión de granadas propulsadas por cohetes.
Ante este panorama, el primer ministro interino libanés, Najib Mikati, consultó con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, sobre los acontecimientos en Ein al-Hilweh.
Durante la llamada, el jefe de gobierno insistió en la prioridad de detener las acciones militares y cooperar con los servicios de seguridad libaneses para abordar las tensiones existentes.
Según Mikati, lo que está sucediendo no sirve en absoluto a la causa palestina y constituye un grave insulto al Estado libanés y en especial a la ciudad de Saida.
El titular del gabinete apuntó que resulta urgente tratar con las autoridades libanesas de acuerdo con sus leyes y reglamentos con el fin de preservar la seguridad de los ciudadanos.
Por su parte, el Ejército libanés, a través de la plataforma “X”, pidió a todas las partes implicadas en el campamento un alto el fuego para preservar los intereses de sus hijos y la causa.
La institución castrense comunicó que trabajan para tomar las medidas adecuadas y realizar las comunicaciones necesarias para detener estos enfrentamientos que ponen en peligro la vida de personas inocentes.
Es de destacar que el Ejército libanés no ingresa a los campamentos según un acuerdo implícito entre la Organización de Liberación de Palestina y funcionarios libaneses; en tanto, los movimientos palestinos asumen la seguridad a través de una fuerza conjunta.
Los enfrentamientos se renovaron en la noche del jueves y varias violaciones impidieron mantener el cese de las acciones en el campamento, luego de alcanzar un acuerdo.
A finales de julio, el campamento fue testigo de violentos combates entre el movimiento Fatah y grupos extremistas, después de una operación de asesinato dirigida a un funcionario de una de las organizaciones, llamado Abu Qatada.
El conflicto aumentó en la zona de refugiados tras el fallecimiento del comandante de las Fuerzas de Seguridad Nacional Palestinas en Saida, Abu Ashraf Al-Armushi, y cuatro de sus compañeros.
El campamento de Ein al-Hilweh es el más grande de los 12 asentamientos de palestinos en Líbano con alrededor de 80 mil ciudadanos, de un total de 250 mil por toda la nación.
lam/yma
