Luego de recibir la presidencia del G20 de manos del primer ministro indio, Narendra Modi, en la Clausura de la Cumbre del bloque en Nueva Delhi, el mandatario brasileño, Luis Inácio Lula Da Silva, aseguró que la nación sudamericana se enfocará también en la reforma de las instituciones de gobernanza global.
Todas esas prioridades están contenidas en el lema de la presidencia brasileña Construir un mundo justo y un planeta sostenible, apuntó.
Lula agregó que se crearon para facilitar la gestión los grupos de trabajo Alianza Global contra el hambre y la pobreza y Movilización global contra el cambio climático.
Al respecto, el dignatario convocó a redoblar los esfuerzos para alcanzar el objetivo de acabar con el hambre en el mundo para 2030, pues señaló que si no se logra el grupo enfrentará el mayor fracaso multilateral de los últimos años.
Por otra parte, destacó que actuar para combatir el cambio climático precisa de voluntad política y determinación de los gobernantes, así como transferencia de recursos y tecnologías.
Lula convocó además a una mayor inclusión de los países en desarrollo en las decisiones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
De igual modo, calificó de insostenible la deuda externa de los países pobres y afirmó que debe ser reestructurada.
Añadió que es necesaria la revitalización de la Organización Mundial del Comercio y la reanudación de su sistema de solución de controversias.
Opinó que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas precisa de la incorporación de nuevos países y movimientos entre sus miembros permanentes y no permanentes para recuperar su fuerza política.
El presidente brasileño acotó que la comunidad internacional mira hacia el G20 con esperanza porque confluyen en el grupo economías emergentes y desarrolladas.
Representamos el 80 por ciento del Producto Interno Grupo global, el 75 por ciento de las exportaciones y alrededor del 60 por ciento de la población mundial, recordó.
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