Ambos se reunieron este domingo en esta capital, en los márgenes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del Grupo de los Veinte (G20), grupo formado por las 20 mayores economías del mundo y la Unión Europea.
Fuentes diplomáticas informaron que en la reunión entre Lula y Macron salió a la luz que las dos naciones pretenden reeditar en 2025 una alianza para llevar representantes de la cultura brasileña al país europeo y viceversa.
Lo anterior en moldes similares al del Año de Brasil en Francia y del Año de Francia en Brasil, de la década pasada.
También los gobernantes trataron de una agenda de cooperación en áreas como defensa y medio ambiente, y conversaron sobre cuestiones pendientes que aún traban un desenlace del acuerdo entre Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea.
Lula anunció que Mercosur está listo para concluir el pacto lo antes posible y que espera una postura clara de los europeos.
Según el exsindicalista, no tiene más sentido, después de 22 años de negociaciones entre los negociadores, seguir en una perspectiva de retrasar consensos.
Consideró que es el momento de que los líderes de los dos lados decidan políticamente llevar adelante el compromiso entre los bloques.
Aclaró que el Mercosur no acepta posturas como la carta adicional que la UE hizo este año, incluyendo posibilidades de sanciones en función de temas ambientales.
De igual manera, los dos presidentes reiteraron su compromiso con su diálogo estrecho y de confianza sobre los grandes retos internacionales de mantenimiento de la paz y la estabilidad, preservación del clima y la biodiversidad, y lucha contra la pobreza.
Para prosperar en esa arista, aludieron a la cumbre que tuvo lugar en París en junio, a iniciativa de Macron, para sentar las bases de una reforma de las reglas de juego entre el norte y el Sur Global, con énfasis en la reforma sistema financiero internacional y la necesidad de aunar lucha contra la pobreza y cambio climático.
Brasil y Francia firmaron una asociación estratégica en 2006 para promover el diálogo político y las relaciones económico-comerciales.
Los dos países también tienen cooperación en los ámbitos de defensa, espacio, energía nuclear y desarrollo sostenible.
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