Fuentes cercanas al exmilitar confirmaron que, tras la admisión hospitalaria, el exmandatario enfrentará intervenciones quirúrgicas para corregirle las paredes del intestino, de la hernia de hiato y el desvío del septo, el cual ocurre en la nariz con la finalidad de corregir ronquidos o el problema para dormir.
Menos la última operación, las otras responden a la puñalada que el político ultraderechista recibió en el abdomen en septiembre de 2018, durante la campaña electoral.
Desde que sufrió el atentado, el excapitán del Ejército enfrentó ocho procesos quirúrgicos y también resultó diagnosticado con Covid-19.
Ahora pasará por cirugías, en el contexto del acuerdo de delación premiada del teniente coronel Mauro Cid (exayudante de órdenes de Bolsonaro) con la Policía Federal, que implicaría directamente al expresidente en el escándalo de las joyas.
Tal confesión se trata de un pacto entre el acusado y el Ministerio Público (acusador), por lo que el primero colabora con las investigaciones.
O sea, el delator renuncia a su derecho al silencio y en cambio recibe una ventaja, que puede variar de acuerdo con el grado de su colaboración.
La mayor preocupación en el entorno de Bolsonaro es que el desahogo de Cid aflora en medio de otra investigación sobre la existencia de milicias digitales, pesquisa más amplia que los casos de las joyas o los fraudes en tarjetas de vacunación antiCovid-19.
npg/ocs