«Nos enfrentamos a muchos retos y por eso hablamos de multicrisis: estamos viendo la convergencia de muchos conflictos», advirtió el representante en calidad de presidente del bloque.
Ante ese escenario, el grupo negociador representa una fortaleza al reunir a 134 países, la mayoría en vías de desarrollo, un conjunto considerado la voz del sur global que este año está presidido por Cuba.
«Tenemos que analizar de manera muy integral los desafíos y, si tenemos que hablar de uno determinante, creo que en primer lugar es necesario hacer cumplir el multilateralismo», señaló durante un reciente encuentro con la prensa en la sede de la ONU.
Esto implica una gran mejora en términos de participación, en particular, para brindar más espacio a los países en desarrollo -la mayoría de los miembros de Naciones Unidas-, y un mayor compromiso, aseveró.
Pedroso coincidió con el llamado del secretario general, António Guterres, para reforzar el multilateralismo y sus instituciones.
«Esa es la base: si no tenemos un sistema multilateral confiable y participativo, no habrá forma de enfrentar y responder a muchos desafíos. No hay ningún país, ni siquiera el más poderoso, que pueda hacerlo solo», enfatizó.
A juicio del diplomático, las Naciones Unidas representan la mejor plataforma para la participación colectiva y lograr consenso frente a desafíos como la crisis climática, alimentaria, energética y, por supuesto, la fragmentación política y geopolítica en el mundo.
«Creo firmemente que lo mejor para todos los estados miembros es trabajar para fortalecer la organización y el diálogo desde la ONU», añadió.
Ese organismo es el único donde todos tienen un voto que no depende de cuánto contribuyen, insistió.
A las puertas de la Cumbre del G77 y China, a celebrarse esta semana en La Habana, Pedroso consideró la cita como un momento excepcional para apostar por la integración.
«Un valor agregado de la cumbre sería abrir el camino para mejorar y fortalecer la cooperación social entre los países del sur», dijo.
La presidencia espera la adopción de una declaración política a partir del evento que incluya temas determinantes como el desarrollo de las naciones miembros y el cumplimiento de los compromisos asumidos ante el foro multilateral.
La reunión del G-77 y China centrará sus debates en el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo, otras de las prioridades del G77 y China junto a los de la ONU en el camino a la sostenibilidad.
«Todos reconocemos que estamos muy lejos de los Objetivos del 2030», enfatizó Pedroso al reconocer la necesidad de un impulso científico para la agenda propuesta por Naciones Unidas.
Es una cuestión de políticas de desarrollo y de cómo prepararse mejor para lograr los compromisos. Uno de los principales impulsores que permite lograrlo es precisamente el tema de la Cumbre propuesto por Cuba, reconoció.
«Sin ciencia, sin tecnología y sin innovación no podemos simplemente pasar a un paradigma energético diferente, por ejemplo, para poder cumplir nuestros compromisos en materia de lucha contra el cambio climático», añadió.
La ciencia igualmente es fundamental para afrontar una pandemia y hacer más accesible avances como las vacunas.
Los tres elementos resultan indispensable para cada esfuerzo, de acuerdo con la visión del G-77 y China y de las propias Naciones Unidas.
Sin embargo, es notable la gran brecha en términos de ciencia, tecnología e innovación entre los países desarrollados y en desarrollo, advirtió.
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