En un mensaje dirigido al Gobierno y pueblo de esa nación, Fernández rememoró los sucesos del 11 de septiembre de 1973 y aseguró que conmovieron a Argentina y al mundo.
Formábamos parte de una generación que emergía en una novel democracia después de años de dictaduras. Vimos que más allá de la cordillera se instaló un gobierno popular que revisaba las lógicas conservadoras. Eran los días de Allende y todos lo mirábamos como ejemplo e impulsor de una revolución en la sociedad chilena, afirmó el jefe de Estado.
Aquel día todo se volvió oscuro. Augusto Pinochet (1915-2006) tomó el poder, murió Allende y la tragedia empezó en Chile. Más de 40 mil personas fueron perseguidas, torturadas, asesinadas y exiliadas. Más de mil continúan desaparecidas. El régimen autoritario acabó con la vida y la tranquilidad de los ciudadanos y sirvió para que toda América Latina viera a un cruel dictador que le hizo mucho daño a la democracia, agregó.
Fernández recordó que recientemente retiró tres condecoraciones entregadas a Pinochet por este país por considerarlo indigno de merecer órdenes como la de Mayo y la del Libertador San Martín.
Por otra parte, alertó sobre la existencia de voces que defienden las acciones golpistas y el odio en la región y el orbe.
Debemos preservar los mejores valores de la democracia. Quisiera estar allí, por Allende, la libertad y los derechos humanos violados por Pinochet, afirmó al referirse a actos organizados en el país vecino para conmemorar la fecha.
Para mí no es un día más. ¡Viva Chile!, concluyó.
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