Según esa fuente el potente sismo con una magnitud de 6,8 grados en la escala de Ritcher, y que sacudió las montañas del Alto Atlas y otros territorios, afectó en mayor medida a las provincias de Al Hauz, con mil 643 fallecidos, y Tarudant, donde perecieron 976.
En tanto, varias regiones también reportaron muertos, pero en menor medida que en las dos referidas demarcaciones.
Por otra parte, autoridades de este país del norte de África comunicaron este martes que como consecuencia del movimiento telúrico unas 530 instituciones educativas y 55 internados escolares resultaron devastados.
A la par de la intensificación de las búsquedas de posibles sobrevivientes bajo los escombros de instalaciones destruidas, como edificios, a este país ya llega ayuda humanitaria procedente del exterior para la atención de miles de damnificados.
Organismos gubernamentales difundieron, por otra parte, que pobladores de varias localidades promueven iniciativas para asistir a los afectados con el envío de mantas, ropas y comestibles.
Con epicentro en Ighil, ciudad rural enclavada a unos 60 kilómetros al suroeste de esta capital, el potente sismo fue catalogado por el Instituto Nacional Marroquí de Geofísica como el más violento registrado en este país en casi un siglo.
mgt/obf