Sánchez estará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, un año después de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con Marruecos que confirmó la nueva etapa en las relaciones bilaterales.
Un paso que disgustó a Argelia y especialmente a su aliado más afectado por estos nexos, la República Arabe Saharui Democrática (RASD) y al Frente Polisario, al acogerse España al plan de autonomía marroquí para el Sáhara.
Desde la Moncloa se destacó que “Marruecos es un país vecino, amigo y socio estratégico de España en todos los ámbitos con el que existen profundos lazos que unen a ambos países”.
Será el primer viaje de Sánchez en su segunda legislatura y en diciembre, poco después de confirmada su reelección, el canciller Albares se desplazó a Rabat el pasado 14 de diciembre para reunirse con su homólogo marroquí, Naser Burita, y fue recibido por el primer ministro, Aziz Ajanuch.
De momento, será Ajanuch el encargado de sostener conversaciones con Sánchez, a falta de confirmación de si tendrá una audiencia con el rey Mohamed VI.
Los asuntos que seguramente serán tratados durante la visita apuntan al restablecimiento de la aduana de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta.
Además, la cooperación en torno al trasiego de inmigrantes ilegales y la delimitación de las aguas territoriales.
Por otro lado, a su regreso a Madrid, Sánchez será anfitrión del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien completará en España hasta el viernes su gira por Europa.
Días atrás se adelantó que el jefe del Ejecutivo español viajará en marzo a Brasil y Chile, donde se reunirá con los presidentes del gigante sudamericano, Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasilia, y en Sao Paulo enfocado en temas económicos, y del país austral, Gabriel Boric, en Santiago.
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